Ansiedad social en tiempos de cambio social
En el mundo acelerado de hoy, el cambio es inevitable. El auge de la tecnología, los cambios culturales y el impacto de eventos como las pandemias han contribuido a un cambio rápido y significativo. Estos cambios afectan muchas áreas de nuestras vidas, desde las citas hasta las costumbres sociales, las relaciones laborales y más. Como resultado, la ansiedad en general aumentó con aumentos en el trastorno de ansiedad social (SAD).
Aunque el trastorno de ansiedad social no es un fenómeno nuevo, cada vez es más común en nuestra sociedad. Actualmente se estima que el SAD afecta aproximadamente a 15 millones de adultos (aproximadamente el 7 % de la población) solo en los Estados Unidos y a muchos más en todo el mundo. También se debe tener en cuenta que el trastorno de ansiedad social existe en un espectro y muchas personas pueden experimentar diversos grados de trastorno de ansiedad social sin cumplir con los criterios de diagnóstico para SAD.
¿Por qué tantas personas tienen ansiedad social en estos días?
Durante el período de rápido cambio social que estamos experimentando actualmente, la ansiedad social puede volverse más frecuente. La incertidumbre y la confusión causadas por estos eventos pueden exacerbar la ansiedad y el miedo en las personas con TAE.
Un área que ha experimentado cambios importantes recientemente es la de las costumbres sociales. Dependiendo de la situación, lo que alguna vez se consideró aceptable o incluso esperado en situaciones sociales puede que ya no sea la norma. Por ejemplo, la pandemia ha cambiado la forma en que interactuamos con los demás, como el aumento de los requisitos de distanciamiento social y uso de máscaras. A medida que el virus siguió evolucionando, algunas personas mantuvieron las medidas, mientras que otras dejaron de usarlas. Esta ambigüedad puede hacer que no quede claro cómo pasar de una situación a otra, lo que genera preocupación y ansiedad.
Un ejemplo de un cambio tecnológico que afecta nuestras vidas son las citas por Internet. El mundo en línea ha revolucionado la forma en que conocemos a las personas y ha abierto innumerables posibilidades para las relaciones románticas. Sin embargo, con tantas opciones y la capacidad de conectarse con personas de todo el mundo, puede ser abrumador saber cómo proceder. Esto puede generar miedo a cometer errores sociales y culturales, así como miedo a ser juzgado.
El panorama cambiante de las relaciones laborales es otro ejemplo de incertidumbre que conduce a la ansiedad social. Dado que el trabajo remoto ahora es más común que antes de la pandemia, puede haber menos oportunidades para la interacción cara a cara. Esto puede generar confusión sobre cómo comunicarse de manera efectiva con los colegas. Además, navegar por diferentes normas y expectativas culturales puede ser un desafío a medida que el lugar de trabajo se vuelve más diverso.
otros factores que influyen
Además del ajuste social y cultural, otros factores influyentes han contribuido al aumento actual de la ansiedad social, entre ellos:
1. Redes sociales: en el mundo actual, las redes sociales se han convertido en una parte integral de nuestras vidas. Si bien tiene sus beneficios, también puede exacerbar la ansiedad social. Ver los aspectos más destacados de todos en Instagram o Facebook puede hacer que aquellos que luchan contra el TAE sientan que no están a la altura o que todos los demás están viviendo una vida mejor que ellos.
2. Presión para tener éxito: con el auge de la tecnología, la presión para tener éxito es mayor que nunca. La necesidad constante de cumplimiento puede crear un caldo de cultivo para SAD. Las personas con trastorno de ansiedad social pueden sentir que no se mantienen al día o que no tienen el éxito suficiente, lo que genera sentimientos de baja autoestima.
3. Individualismo: En los Estados Unidos, el individualismo prevalece cada vez más en nuestra cultura. Se nos anima a ser autosuficientes, independientes y confiados. Pero estos valores también pueden generar ansiedad social al hacernos sentir aislados y desconectados de los demás.
4. Tensión política y social: La tensión política y social también puede conducir a la ansiedad social. Con tanta división en el mundo, las personas pueden ser reacias a expresar sus opiniones por temor a ser juzgadas por sus creencias. Esto puede conducir a una renuencia a socializar o incluso a querer salir.
Aunque estos cambios pueden generar dudas, ansiedad y miedo a cometer errores, es importante recordar que también brindan oportunidades de crecimiento y desarrollo. Al estar abiertos a nuevas experiencias y dispuestos a aprender, podemos hacer frente a cada cambio y adaptarnos a las nuevas normas y expectativas sociales.
A pesar de la adversidad que puede traer la ansiedad social, hay que recordar que es un trastorno tratable. La terapia cognitiva conductual (TCC), la medicación y los cambios en el estilo de vida pueden ser eficaces para controlar la ansiedad social y mejorar la calidad de vida. Buscar el apoyo de amigos, familiares o un profesional de la salud mental también puede ayudar con los síntomas de la ansiedad social.
Cómo obtener ayuda para la ansiedad social
El Centro Nacional de Ansiedad Social es una asociación nacional de clínicas regionales con terapeutas cognitivos certificados que se especializan en ansiedad social y problemas relacionados con la ansiedad. Contamos con terapeutas compasivos que pueden ayudarlo a reducir la ansiedad social. Actualmente estamos en San Francisco, DC, Los Ángeles, Pittsburgh, Nueva York, Chicago, Newport Beach/Orange County, Houston/Sugar Land, St. Louis, Phoenix, South Florida, Silicon Valley/San Jose, Dallas, Texas Maine , San Diego, Baltimore, Louisville, Filadelfia, Condado de Montgomery, Maryland/Norte de Virginia, Long Beach, Staten Island, North Jersey, Brooklyn, Santa Bárbara, Bixby Knolls, California, Denver, Kalamazoo, Michigan, costa de Delaware, centro-sur de Idaho , y Massachusetts (niños y adolescentes). Llame a nuestra sede nacional al (202) 656-8566 o visite nuestra página de contacto para obtener asistencia en su área local.
Por Andrew Rosen, Ph.D., ABPP, FAACP
NSAC Sur de la Florida