Autocompasión consciente – 90 días de amor
La autocompasión consciente implica ser consciente de tus propios pensamientos y sentimientos, y tratarte a ti mismo con amabilidad, empatía y comprensión. En este artículo, exploramos los beneficios de la autocompasión consciente, brindamos ejemplos de cómo practicarla y compartimos la opinión de expertos sobre el tema.
Beneficios de la autocompasión consciente
Según la investigación, practicar la autocompasión consciente tiene muchos beneficios para nuestro bienestar. Un estudio en el Journal of Clinical Psychology encontró que las personas que practicaban regularmente la autocompasión experimentaban niveles más bajos de ansiedad, depresión y estrés. Además, estas personas informaron mayores niveles de bienestar, satisfacción con la vida y resiliencia frente a la adversidad.
Práctica de autocompasión de atención plena
La práctica puede tomar muchas formas y no existe un enfoque único para todos. Aquí hay unos ejemplos:
- Respiración consciente: dedique unos minutos cada día a concentrarse en la respiración. Inhala profundamente y exhala lentamente, notando cómo se siente el aire a medida que entra y sale de tu cuerpo.
- Meditación de bondad amorosa: esta práctica consiste en enviar amor, bondad y compasión a usted mismo y a los demás. Comience por pensar en alguien a quien ama y luego repita la frase «Que seas feliz, saludable y seguro».
- Diálogo interno activo, como dicen los bardos: háblate a ti mismo como lo harías con un buen amigo. Use un lenguaje amigable y alentador y evite el diálogo interno negativo.
Autocompasión consciente: lo que no es
Según la Dra. Kristin Neff, pionera en la investigación de la autocompasión, no se trata de autocompasión o autocomplacencia. En cambio, se trata de reconocer que todos sufren, por lo que debemos ser amables y comprendernos a nosotros mismos mientras navegamos por los desafíos de la vida.
Asimismo, otros señalan que la autocompasión consciente no es una forma de superación o autoayuda, es una forma de vida. De hecho, hemos visto que ayuda a las personas a desarrollar resiliencia, manejar el estrés y fomentar emociones y relaciones positivas.
Practicar la autocompasión consciente: el caso de Beth
Beth es una quiropráctica muy exitosa cuyo negocio despegó después de Covid. Decidió trabajar con uno de nuestros especialistas porque estaba estresada y abrumada con los pacientes y todo el papeleo. En lugar de reprenderse a sí misma por ser improductiva o estar demasiado ansiosa, su entrenadora le enseñó a practicar la autocompasión consciente. Aquí hay un extracto de una de las sesiones de Beth para que pueda seguirla:
Comience por respirar hondo varias veces y recuerde que es normal sentirse estresado y abrumado. Dígase a sí mismo que todos se sienten así a veces y que es una parte normal de la experiencia humana.
Luego, practique el diálogo interno positivo al recordar sus fortalezas y habilidades. Podría decir algo como: «Soy capaz de manejar esta carga de trabajo y lo he hecho antes».
Finalmente, practique el cuidado personal tomando descansos del trabajo para hacer cosas que lo hagan sentir bien. Por ejemplo, salga a caminar, tome un baño relajante o llame a un amigo para que lo apoye.
Con el apoyo de su entrenador, Beth pudo hacer la transición a una mayor apreciación de la abundancia en su vida.
Autocompasión consciente: práctica, práctica, práctica
Incorporar la atención plena en tu vida diaria requiere práctica, pero con tiempo y esfuerzo, puede convertirse en un hábito natural. Como hemos dicho antes, los beneficios de practicar la autocompasión consciente son muchos. Incluyen niveles reducidos de estrés y ansiedad, mayores niveles de felicidad y satisfacción con la vida, y mejores relaciones con los demás.
Es importante recordar que este enfoque no significa que ignoremos nuestros problemas. En cambio, significa que reconocemos nuestras luchas. Como resultado, nos tratamos con amabilidad, compasión y comprensión como lo haríamos con un amigo que lo necesita.
En conclusión, practicar la autocompasión consciente puede ayudarnos a enfrentar los desafíos de la vida con mayor facilidad y resiliencia. Ya sea a través de la meditación, el diálogo interno activo u otras prácticas espirituales, todos podemos estar más en paz con nosotros mismos y con el mundo que nos rodea.