Cómo ayudar a su cónyuge a sobrellevar la crisis financiera
Lidiar con problemas de dinero en un matrimonio puede ser un desafío. En momentos como estos, se pone a prueba la fe de las parejas cristianas, así como su amor mutuo.
Las crisis financieras pueden surgir por diferentes motivos, como desempleo, despidos, fraude, facturas médicas inesperadas, deudas de tarjetas de crédito, etc. Cualquiera que haya pasado por estas experiencias comprenderá lo destructivo que puede ser este sentimiento.
Una crisis financiera puede ocurrir en cualquier hogar en un abrir y cerrar de ojos, lo que a menudo marca el comienzo de muchos otros problemas. Te encuentras atascado a un lado de la carretera con una llanta pinchada o humo saliendo del capó de tu auto, y una vez que finalmente llegas a casa, todavía hay varios otros problemas financieros con los que lidiar.
Tiempos como estos lanzan a las parejas casadas a la confusión y la confusión. Si bien muchos matrimonios no pueden manejar el estrés que les genera a las parejas, los matrimonios cristianos siempre tienen la gracia de superar los momentos difíciles.
En momentos como estos, las parejas cristianas deben mantener la calma y acercarse a Dios en oración y fe. El Salmo 46:1 dice: “Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones”. Dios puede capear tormentas con sabiduría, gracia y gracia divinas, y guiarlas a través de las crisis de manera segura.
Además, mientras rezan a Dios y confían en su intervención divina, la pareja necesita apoyarse mutuamente durante este momento difícil.
Aquí hay algunas maneras en que puede ayudar a su cónyuge y lidiar de manera efectiva con las dificultades financieras en su matrimonio:
1. Comunicación abierta
Cuando se enfrenta a una crisis financiera, muchos pensamientos y preguntas pasarán por su mente. Preguntas como qué vas a hacer y cómo vas a pagar tus cuentas.
Estos y muchos otros pensamientos y preguntas aterradores seguirán apareciendo en tu mente. Si no tiene cuidado, los pensamientos ansiosos como «¿Qué pasa si nos vuelven a comprar el auto o si no podemos pagar los alimentos?» pueden causar miedo y hacer que entre en pánico.
Debe abrirse a su cónyuge acerca de sus miedos y preocupaciones y hablar sobre ellos. La comunicación le permitirá a su cónyuge descubrir áreas en las que puede brindar apoyo.
2. Reducir el gasto
Este es un buen momento para reducir los gastos. Es necesario establecer prioridades de acuerdo a sus necesidades y deseos. Cuando escriba una lista de cosas que necesita cortar (quiere), saque la otra mitad de su lista (necesidades) y considere alternativas asequibles.
Trate de vivir con la mitad de sus ingresos y solo gaste cuando no tenga otra opción. Gasta tu dinero con cuidado.
Aprenda a reducir sus facturas de servicios públicos mientras lo hace. Las facturas de servicios públicos deben reducirse, al igual que los teléfonos celulares e Internet. Siempre cierre los grifos que gotean, reduzca las duchas largas y encuentre formas de minimizar la frecuencia con la que usa el lavavajillas o la lavadora.
También puede usar menos electricidad al acostumbrarse a apagar todas las bombillas de su hogar durante el día y usar los electrodomésticos solo cuando sea necesario.
Un paso importante para hacer frente a una crisis financiera es que usted y su cónyuge eviten gastos adicionales en su tarjeta de crédito cuando ya están económicamente estresados.
3. Reconocer las emociones y evitar la culpa
Las crisis financieras producen dolor, arrepentimiento, ira y frustración. Estos malos sentimientos pueden tener un impacto correspondiente en sus relaciones con su cónyuge, hijos, amigos e incluso la familia extendida.
Incluso puedes dudar de la existencia de Dios en tu vida, pero nunca debes rendirte. En cambio, como Job en la Biblia, lo perdió todo, pero su fe en Dios lo sostuvo (1 Corintios 10:13).
No importa lo que te haya hecho pasar por esta crisis financiera, debes evitar culpar a tu cónyuge y a Dios, porque solo hará más daño que bien. El daño ya está hecho, así que ahora no es el momento de averiguar quién es el responsable.
Culpar a tu cónyuge solo alimentará su frustración y enojo. También los hace sentir más culpables y aumenta su arrepentimiento, lo que crea una sensación tóxica de vergüenza.
En este caso, debes ser más solidario emocionalmente con tu cónyuge y decirle palabras de aliento.
4. Mira a Dios y cuenta tus bendiciones
Cuando tienes una crisis financiera en tu matrimonio, sientes que tu mundo se está desmoronando. Este es el momento en que más necesita buscar el rostro de Dios, en lugar de revolcarse hoscamente en pensamientos y temores tristes.
El Salmo 37:7 te amonesta a descansar en el Señor y esperar en él con paciencia. Necesita continuar con el hábito de las devociones y oraciones diarias con y por su cónyuge.
También necesitas hablar menos de lo que te falta. Trate de no concentrarse demasiado en sus necesidades y deseos. Este es un gran momento para verdaderamente agradecer a Dios por todo lo que tienes (Salmo 103:1-6).
Incluso si está pasando por momentos difíciles y se siente abrumado, es más gratificante hablar sobre la bondad y las bendiciones de Dios en su vida. Recuerda siempre que incluso en tu crisis actual, hay bendiciones de Dios de las que quizás ni te des cuenta.
Primero observe la habitación en la que se encuentra. ¿Tienes un techo sobre tu cabeza? ropa en tu espalda? ¿Comida en la despensa? ¿Tiene hijos sanos y felices? ¿Vives en un país o comunidad que te permite adorar a Dios libremente?
Una vez que comience a crear esta lista de verificación mental, se vuelve más fácil ver cuánto Dios lo ha bendecido y disminuye la sensación de ahogo de sus problemas financieros actuales.
5. Ser responsables y trabajar juntos
No permita que sus problemas financieros actuales lo consuman o destruyan la relación con su cónyuge. Aprenda a dirigir su energía a tareas o tareas productivas. No permita que las crisis afecten su romance en su matrimonio; concéntrese más que antes en las necesidades emocionales y físicas de su cónyuge.
También debe hacer todo lo posible para ayudar a su cónyuge con el problema. Mientras trabajan juntos, enfóquense en sus sueños compartidos e intereses compartidos, porque conocer sus objetivos claramente y mantenerse enfocado puede unir sus corazones y almas y mantenerlos más motivados que cualquier otra cosa.
6. Sé útil y no te rindas
Cuando estés en crisis y ores a Dios, seguramente escuchará tus gritos de ayuda y llamará a asistentes para que te ayuden hasta que te recuperes. Estos ayudantes pueden venir en varias formas en diferentes momentos de su lucha.
Sin embargo, tienes que ser de mente abierta y humilde para reconocer y aceptar su ayuda. No dejes que el orgullo te prive de la ayuda que necesitas desesperadamente. Obtener ayuda no significa que seas débil o un mendigo, porque Dios puede ponerte nuevamente en la posición del dador.
Da a veces, recibe a veces; no dejes que tu ego u orgullo te roben tus bendiciones.
Además, no dejes que tu situación actual te quite tus sueños o tus ganas de avanzar en la vida. Este es el momento de ayudar a su cónyuge a revisar esos sueños y visiones futuras.
Tener una conversación sobre lo que les apasiona hacer. Se sorprendería de cómo esta crisis podría ser la oportunidad perfecta para intentar ese sueño, porque a veces una crisis es un botón de reinicio que los creyentes necesitan desesperadamente para reconectarse con el propósito original de Dios para sus vidas. Por eso hay que tener la mente abierta.
En medio de una crisis financiera, es fundamental que las parejas reconozcan sus debilidades en la administración del dinero y trabajen juntas para superarlas. Identifique las formas en que puede mejorar y esté abierto a la ayuda y orientación profesional si es necesario.
Desarrollar habilidades saludables de administración financiera es importante para su matrimonio. Le ayuda a tomar decisiones financieras informadas y administrar sus finanzas de manera efectiva.
Esto es de gran valor para su recuperación y le evitará caer en los mismos o diferentes problemas financieros en el futuro.
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