¿Divide y vencerás? Por qué la distribución ética no es tan mala para la ética tecnológica.
Llorca Albareda, J., Rueda, J.
Filosofía Tecnología 36, 10 (2023).
https://doi.org/10.1007/s13347-023-00609-8
Abstracto
Si bien el mapa de la ética tecnológica se está expandiendo, los subcampos en crecimiento dentro de él pueden ser preocupantes. En un artículo reciente y muy interesante, Setra y Danaher argumentaron que la actual dinámica de subespecialización es perjudicial para la ética de la tecnología. En este comentario, ofrecemos tres razones para disminuir sus preocupaciones sobre la distribución ética. En primer lugar, argumentamos que el problema de la demarcación se debilita si recurrimos a otras subdisciplinas de la ética tecnológica no mencionadas por estos autores. En segundo lugar, argumentamos que la lógica de las subespecializaciones es menos problemática si se adoptan modelos mixtos (que combinan enfoques internalistas y externalistas) en la ética aplicada. Rechazamos finalmente que la claridad y la distinción sean condiciones necesarias para definir subcampos dentro de la ética de la tecnología, defendiendo la porosidad y el carácter constructivo de las disciplinas éticas.
Conclusión
Cetra y Danaher iniciaron la tan necesaria discusión sobre la creciente proliferación de subdisciplinas relacionadas con la ética de la tecnología. Si bien no compartimos sus preocupaciones, creemos que este debate debe continuar en el futuro. Así como algunas subregiones se han fusionado recientemente, otras pueden hacer lo mismo en las próximas décadas. El posible surgimiento de una nueva ética tecnológica en un área temática particular (digamos, la ética de la realidad virtual) sugiere que las propuestas futuras señalarán aspectos positivos y negativos aún desconocidos de esta expansión ética. En parte, la creación de nuevas subdisciplinas dependerá de la creciente importancia social de otras tecnologías nuevas y futuras. Así, el mapa de la ética tecnológica incluye aguas inexploradas y nuevas áreas por descubrir. Esto hace que la ética de la tecnología sea un campo de estudio fascinantemente vibrante y en constante evolución.