El papel de la humildad intelectual y la orientación del genio en la educación y el trabajo
Investigaciones recientes han demostrado que nuestras percepciones de inteligencia y capacidad pueden marcar la diferencia en el aprendizaje, la inclusión y la diversidad en entornos educativos y profesionales. Este artículo revisa el artículo de Porter y Simprian (2023) y el artículo de Muradoglu y otros (2023), cada uno de los cuales ofrece perspectivas únicas sobre el tema.
1. El impacto de la modestia intelectual en el aprendizaje
Un estudio de Porter & Cimplian (2023) destaca la importancia de la humildad intelectual, la capacidad de reconocer la confusión, la ignorancia y los errores, en el proceso de aprendizaje. Su investigación muestra que los entornos que enfatizan la destreza intelectual a menudo desalientan la modestia intelectual. Otro descubrimiento importante fue que las matemáticas se convirtieron en la materia en la que los estudiantes más intentaron ser intelectualmente modestos, más que en materias como la física, la química y la biología. ¿Cómo se expresa? Piense en una clase de matemáticas típica donde los estudiantes a menudo se sienten incómodos haciendo preguntas o cometiendo errores.
Consecuencias no deseadas de centrarse en la capacidad intelectual
La investigación de Porter y Simprian apunta a los efectos perjudiciales de un énfasis excesivo en la capacidad intelectual en el entorno de aprendizaje. Cuando los estudiantes sienten que necesitan demostrar constantemente sus habilidades intelectuales, pueden estar menos dispuestos a hacer preguntas, cometer errores o compartir sus inseguridades. Esto puede interferir con el aprendizaje porque estos factores (hacer preguntas, cometer errores y compartir inseguridades) son fundamentales para el aprendizaje y el crecimiento. Además, dicho entorno puede contribuir a presiones competitivas poco saludables y estrés entre los estudiantes. Por lo tanto, los autores abogan por un enfoque pedagógico que fomente y valore la humildad intelectual y enfatice la importancia del aprendizaje y el desarrollo, más que la capacidad de probar.
2. Orientación vívida y variedad.
En un estudio de Muradoglu et al. (2023) muestra que las mujeres y las minorías étnicas están subrepresentadas en campos y profesiones que la gente cree que requieren «genio». Esto se aplica en particular a las ciencias naturales, las matemáticas y la filosofía, así como a ciertas actividades de ocio como el ajedrez.
Esta subrepresentación se debe en parte a los estereotipos de estos grupos como menos capaces, así como a las experiencias psicológicas negativas en este entorno orientado al «genio». La investigación de Muradoglu et al. también destaca la intersección de los estereotipos raciales/étnicos y de género en los campos centrados en los genios. Esto muestra que los niños asocian la genialidad con ciertos grupos raciales/étnicos, especialmente con los varones blancos.
La influencia dañina de los estereotipos en los campos enfocados del ‘genio’
Muradoglu y otros señalan los efectos perjudiciales de los estereotipos y la exclusión en los campos orientados al «genio». Cuando se percibe que las mujeres y las minorías étnicas son menos capaces, puede socavar su confianza en sí mismas y sus aspiraciones y conducir a la autoexclusión de estas áreas. Además, las experiencias psicológicas negativas asociadas con trabajar o estudiar en un entorno que los ve como menos capaces pueden contribuir a su subrepresentación. Esto no solo perjudica a estas personas, sino que también reduce la diversidad y el potencial de innovación en estas áreas. Por lo tanto, los autores abogan por medidas para combatir los estereotipos y los prejuicios, así como para hacer que las áreas centradas en el «brillo» sean más inclusivas y atractivas para todas las personas, independientemente de su género o etnia.
3. El papel de la política y la cultura organizacional
La política y la cultura organizacional son esenciales para la diversidad y la inclusión. Las políticas pueden orientarse hacia la creación de programas de diversidad, como subvenciones y programas de tutoría para grupos subrepresentados. Además, se pueden introducir políticas contra los prejuicios y la discriminación, incluida la formación de conciencia para los empleados. Desde la perspectiva de la cultura organizacional, es importante crear un ambiente respetuoso que valore la diversidad. Esto incluye fomentar la empatía, el respeto y la cooperación, y alentar a los empleados a compartir sus perspectivas únicas. Esto requiere un compromiso desinteresado por parte de la gerencia y los empleados. En resumen, para que el entorno educativo y laboral sea más inclusivo y diverso, son cruciales políticas bien pensadas y una cultura organizacional positiva.
4. ¿Por qué son importantes la inclusión y la diversidad?
La inclusión y la diversidad en la educación y el trabajo fomentan la innovación al reunir diversas perspectivas, lo que conduce a soluciones más creativas. También son fundamentales para la justicia social, ya que ayudan a reducir las desigualdades sistémicas y garantizan la igualdad de oportunidades para todos. Estas condiciones deben reflejar la diversidad de la sociedad, promoviendo la comprensión y el respeto por las diferencias. Además, al adoptar una actitud inclusiva, las instituciones y las empresas pueden atraer y retener a una gama más amplia de personas, incluidas aquellas con diferentes habilidades, antecedentes y antecedentes, aumentando su competitividad. Finalmente, un entorno diverso e inclusivo prepara a las personas para un mundo globalizado donde la interacción y colaboración con la diversidad es esencial.
5. ¿El énfasis en la brillantez a veces no está justificado y es innecesario?
Las personas que lean lo anterior pueden objetar que el énfasis en la «brillantez» o la capacidad intelectual está justificado en muchas áreas porque estas cualidades son necesarias para el éxito. Podrían argumentar que reducir este énfasis podría conducir a estándares de desempeño más bajos (como lo hizo recientemente Maarten van Rossum). Pero hay más matices.
Es importante enfatizar que alentar la modestia intelectual o reconocer los efectos nocivos de los estereotipos de «genio» no resta valor a la inteligencia o la capacidad. En cambio, los estudios antes mencionados abogan por un enfoque más sutil que reconoce que el aprendizaje y el crecimiento a menudo se obtienen cometiendo errores y reconociendo áreas de ignorancia. Además, un énfasis excesivo en el «genio» puede excluir a ciertos grupos, lo que en última instancia puede limitar la diversidad y la innovación en esas áreas.
Conclusión
Para avanzar hacia entornos de trabajo y aprendizaje más inclusivos y diversos, debemos repensar nuestra comprensión de la inteligencia y la capacidad. La humildad intelectual y un enfoque en el aprendizaje y el crecimiento en lugar de solo «genio» son esenciales para construir una cultura saludable de colaboración. Además, debemos combatir activamente los estereotipos y la exclusión en áreas enfocadas en «geniosidad» para garantizar que todas las personas, independientemente de su género o etnia, tengan la oportunidad de prosperar. Esto requiere un compromiso para implementar políticas sólidas y desarrollar una cultura organizacional respetuosa y empática. Al hacerlo, no solo podemos crear oportunidades más justas y equitativas, sino también maximizar el potencial de innovación en nuestra sociedad.