Ética y psicología: sectarismo político en América
Finkel, E.J., Bale, California, et al. (2022).
Ciencia, 370 (6516), 533–536.
https://doi.org/10.1126/science.abe1715
Resumen
La polarización política, una preocupación en muchos países, es particularmente pronunciada en los Estados Unidos (ver el primer recuadro). Durante décadas, los académicos han estudiado la polarización como un problema ideológico: hasta qué punto los demócratas y los republicanos están en desacuerdo sobre los ideales y objetivos políticos. Esta competencia entre grupos en el mercado de ideas es un sello distintivo de una democracia saludable. Pero más recientemente, los investigadores han identificado un segundo tipo de polarización que se enfoca menos en el triunfo de las ideas y más en el dominio sobre los odiados partidarios del lado opuesto (1). Esta literatura ha generado muchas ideas y constructos, pero pocos esfuerzos interdisciplinarios para integrarlos. Proponemos tal integración identificando la construcción más alta del sectarismo político e identificando sus tres componentes principales: alteridad, repugnancia y moralización. Luego analizamos las causas del sectarismo político y sus implicaciones para la sociedad estadounidense, especialmente la amenaza que representa para la democracia. Finalmente, proponemos medidas para minimizar sus aspectos más agresivos.
(Corte)
Aquí consideramos tres vías de intervención que son particularmente prometedoras para mitigar el sectarismo político. El primero se refiere a las percepciones o intuiciones erróneas de las personas. Por ejemplo, corregir los conceptos erróneos de los partidarios opuestos, como su nivel de hostilidad hacia los colegas, reduce el sectarismo. Dichos esfuerzos correctivos pueden alentar a las personas a participar en interacciones entre partidos (SM) o considerar sus propias experiencias positivas con los partidarios de la oposición, especialmente un amigo o familia.
Miembro o vecino. Esto puede reducir el papel del razonamiento partidista motivado en la formación de la opinión política.
Una idea relacionada es infundir humildad intelectual, por ejemplo, pidiendo a las personas que expliquen sus preferencias políticas en un nivel mecánico, como por qué apoyan su posición sobre un impuesto nacional único o las emisiones de carbono. En comparación con las personas a las que se les asignó un enfoque más legalista para justificar sus preferencias políticas preexistentes, aquellas a las que se les pidió que proporcionaran explicaciones mecanicistas tenían una mejor comprensión de las complejidades involucradas, según un estudio reciente.
(Corte)
Del final del artículo:
El sectarismo político socava la capacidad de la nación para resistir los desafíos. Aumentar el enfoque en las ideas políticas en lugar de los oponentes políticos no es una solución lo suficientemente buena, pero es probable que sea un paso importante en la dirección correcta. Las intervenciones propuestas anteriormente ofrecen algunas implicaciones prometedoras, pero cualquier esfuerzo serio requerirá esfuerzos multifacéticos para cambiar el liderazgo, los medios y los sistemas democráticos de manera que sean sensibles a la psicología humana. No hay balas de plata.
Un buen recordatorio para los psicólogos y aquellos involucrados en problemas de salud mental.