La frecuencia de las tonterías predice la susceptibilidad a diversos tipos de información engañosa.
Littrell S., Risko E.F. y Fugelsang J.A. (2022).
Revista Británica de Psicología Social, 60 (4),
1484-1505
Abstracto
La investigación sobre la susceptibilidad y la propensión a las tonterías se ha convertido recientemente en áreas activas e independientes de investigación sobre la difusión de información engañosa. Sin embargo, aún no está claro si aquellos que a menudo producen tonterías están protegidos de su influencia. Por ejemplo, tanto la receptividad como la frecuencia de las tonterías se asocian negativamente con las capacidades cognitivas y aspectos del estilo de pensamiento analítico, lo que sugiere que aquellos que se involucran en tonterías con frecuencia tienen más probabilidades de caer en ellas. Sin embargo, estudios anecdóticos muestran que las personas que engañan con frecuencia son mejores para detectarlo, lo que significa que aquellos que dicen tonterías con frecuencia tienen menos probabilidades de caer en la mentira. Aquí presentamos tres estudios (N = 826) que intentan distinguir entre estas hipótesis en competencia, encontrando que la frecuencia de tonterías persuasivas (es decir, tonterías diseñadas para impresionar o convencer a otros) predice positivamente la susceptibilidad a varios tipos de información engañosa y que esta es la conexión. es resistente a las diferencias individuales en las capacidades cognitivas y el estilo cognitivo analítico.
Conclusión
Una mejor comprensión de las diferentes formas en que se transmiten y reciben los diferentes tipos de información engañosa es cada vez más importante en la era de la información (Kristansen & Kaussler, 2022). De hecho, en la cultura popular se repite a menudo el dicho: “No se pueden mentir tonterías”. Si bien la sabiduría popular puede afirmar que esto es cierto, la presente investigación sugiere que la realidad es un poco más complicada. Nuestro principal objetivo era estudiar en qué medida la frecuencia de los delirios se asocia con una tendencia a enamorarse de tonterías. En general, encontramos que los hablantes persuasivos (pero no los evasivos) eran más susceptibles a varios tipos de tonterías y, en el caso de declaraciones pseudoprofundas, incluso cuando controlaban factores relacionados con la inteligencia y el pensamiento analítico. Estos resultados enriquecen nuestra comprensión de la transmisión y detección de ciertos tipos de información engañosa, en particular la relación entre la propensión a producir y la tendencia a decir tonterías, y ayudarán a informar futuras investigaciones en este creciente campo de la ciencia.