Las habilidades lingüísticas pueden determinar qué tan similares se representan en el cerebro el primer y segundo idioma:
Los investigadores coinciden en gran medida en que el primer y el segundo idioma se manejan de manera similar en el cerebro. Investigaciones anteriores han demostrado que las personas bilingües competentes tienen una actividad cerebral muy similar cuando acceden a su primer y segundo idioma.
Sin embargo, la literatura que ha examinado esto hasta ahora se ha basado en técnicas de imagen para decirnos Dónde hay actividad en el cerebro, pero no cómo Los idiomas están representados en estas áreas. Los diferentes patrones de activación pueden haber diferenciado entre el primer y el segundo idioma en las mismas regiones todo el tiempo, y si hubiéramos confiado únicamente en las formas tradicionales de análisis de imágenes, no podríamos haber sido más inteligentes.
Sin embargo, gracias a los nuevos métodos de obtención de imágenes, finalmente podemos observar la activación en estas áreas con mucho más detalle. Ahora, un trabajo recientemente publicado por Emily Nichols de la Universidad de Western Ontario y sus colegas sugiere que los idiomas están representados con más claridad de lo que pensábamos.
Para este estudio, los investigadores recolectaron una muestra de 32 hablantes bilingües de inglés y mandarín que viven en Beijing. Todos los participantes hablaban inglés como primer idioma y mandarín como segundo idioma. Como era de esperar, la edad para trabajar (AoA) y las habilidades en mandarín, medidas mediante autoinformes y pruebas previas, variaron de persona a persona.
Durante sus exploraciones de resonancia magnética funcional, a los participantes se les presentó una tarea de correspondencia de imágenes y palabras en inglés y mandarín. Para cada intento de esta tarea, se les mostró una imagen durante 2,5 segundos mientras reproducían un clip de audio de una palabra común de dos sílabas que coincidía o no con la imagen mostrada. Estos clips de audio alternaron entre inglés y mandarín en los 160 intentos, y se pidió a los participantes que presionasen un botón lo más rápido posible para indicar si el sonido proporcionado coincidía con el contenido de la imagen o no.
Luego, el equipo utilizó una técnica conocida como Análisis de similitud representacional (RSA) en los datos de imágenes recopilados durante los experimentos correctos para ver qué áreas del cerebro exhibían de manera confiable diferentes patrones de activación entre idiomas. Esta técnica de resonancia magnética funcional es relativamente nueva y puede revelar diferencias en patrones de activación similares que antes no se podían medir. Por ejemplo, en un estudio anterior que analizó la lectura en personas bilingües, se utilizó RSA para revelar diferentes patrones de activación en regiones que manejan el reconocimiento visual de palabras cuando los participantes leen texto en cada idioma. Aquí, el equipo esperaba utilizar el mismo método para estudiar la actividad cerebral durante el reconocimiento de palabras acústico en lugar de visual.
Tanto el inglés como el mandarín, como se esperaba, llevaron a la actividad en una extensa red de regiones relacionadas con el idioma. Cuando el equipo buscó en las regiones que estaban activas para ambos idiomas, no hubo diferencias generales significativas en la activación según el idioma. Sin embargo, la historia cambió a medida que el equipo examinó más de cerca los efectos de AoA y las habilidades en los niveles de activación.
Estos análisis revelaron que había diferencias en la representación de los dos idiomas que podrían predecirse mediante el AoA y el conocimiento. Por ejemplo, las personas con una mayor diferencia en la primera y segunda lengua mostraron patrones de activación más diferentes en áreas como la circunvolución fusiforme inferior izquierda y la circunvolución supramarginal bilateral, que están involucradas en la articulación y la integración auditivo-motora, respectivamente. Cuanto más similares sean las habilidades lingüísticas de los dos idiomas, más similar será el patrón de activación. Cuanto más antiguo era el AoA, más pronunciados eran los patrones de activación entre el primer y el segundo idioma.
Además, los resultados mostraron varias áreas que eran más activas en pacientes con AoAs más jóvenes: la ínsula derecha, el surco intraparietal anterior izquierdo y el área prostriata del surco calcarino. Sin embargo, la relación entre estas regiones y el reconocimiento auditivo de palabras bilingües es menos clara. Es probable que las diferencias en la activación en estas áreas representen, al menos en parte, diferencias en la capacidad de inhibir otras respuestas del lenguaje. Sin embargo, se necesita más investigación para desentrañar exactamente qué significan estas diferencias y cómo se relacionan con el AoA.
Curiosamente, también hubo una clara diferencia entre los participantes con habilidades deficientes en un segundo idioma y los que más tarde adquirieron su segundo idioma en las áreas visuales ventrales relacionadas con el reconocimiento y la conceptualización de objetos. Según los autores, esto es una indicación de que el lenguaje probablemente puede influir en nuestra percepción de lo que estamos viendo. Esta idea tampoco es del todo desconocida: investigaciones anteriores que han delineado la hipótesis de la retroalimentación de la etiqueta también han demostrado que las variaciones del lenguaje pueden alterar nuestra capacidad para categorizar, distinguir e incluso reconocer objetos.
Estos resultados no solo respaldan el modelo actual de un sistema de lenguaje integrado en bilingües, sino que también amplían nuestra comprensión de cómo las diferencias individuales dictan las representaciones del lenguaje en el cerebro. Las investigaciones futuras para verificar si estos patrones son consistentes en todos los idiomas, o si difieren en la similitud del idioma, probablemente nos darán una mejor comprensión de si estos resultados se deben en parte a las grandes diferencias entre el inglés y el mandarín. La investigación con RSA, que examina cómo la gramática puede afectar las diferencias en la activación cerebral, también es parte de la investigación. En su forma actual, este estudio representa un enfoque nuevo y emocionante para desentrañar diferencias sutiles en la forma en que el cerebro representa y usa el primer y segundo idioma.
– Diferencias individuales en la similitud del primer y segundo idioma en el cerebro bilingüe
Emma L. Barratt (@E_Barratt) trabaja en BPS