Los molestos rasgos de tus socios llegaron para quedarse
Recibimos muchos consejos sobre qué cualidades buscar en una pareja: honestidad, buena gestión de conflictos, química, similitud. Sin embargo, no solemos darle la vuelta al guión y considerar qué rasgos negativos estamos dispuestos a aceptar y tener en cuenta.
Hace unos años leí una publicación sobre la sabiduría de juzgar los tipos de dolor o luchas que puedes tolerar bien. El autor enfatizó que incluso las mejores cosas de la vida (viajar, ser padres, enamorarse) conllevan costos y desafíos. Argumentó que tal vez deberíamos enfocarnos un poco menos en lo que queremos en la vida y comenzar a preguntarnos, «¿Por qué estoy listo para luchar?» Cuando se trata de mantener relaciones románticas a largo plazo, este consejo es acertado.
Piense en cómo se siente con varias exacerbaciones.
Aunque tendemos a centrarnos en buscar buenos rasgos en las parejas románticas, las investigaciones sugieren que observar los defectos de nuestras parejas es inteligente y productivo. Sabemos que incluso las personas y los socios más maravillosos tienen cualidades molestas y que se intensifican con el tiempo. Quizás tu pareja sea divertida, pero un poco poco confiable. Tal vez cierren emocionalmente cuando están enojados o tristes. Tal vez carguen el lavavajillas de una manera que te haga llorar. Todos tenemos estas cualidades y también nuestros socios.
Algunas de estas molestias son pequeñas y otras más grandes, pero el impacto variará según la personalidad y la dolencia individual de la mascota. Algunas personas encuentran una pesadilla estar con alguien que bombardea la cocina porque les encanta hornear pan. Para otros, el pan casero vale la pena, simplemente no es gran cosa. Para algunas personas, la exclusión emocional incluso desencadena brevemente el pánico y la desesperación. Otros pueden hacer lo suyo mientras su pareja procesa sus sentimientos y están listos y esperan cuando estén listos para involucrarse nuevamente.
Elige sabiamente tus batallas
La forma en que pensamos y respondemos a las deficiencias de nuestros socios marca la diferencia. John Gottman estima que el 70 por ciento de los conflictos que tenemos con nuestros socios no tienen solución. Son solo diferencias de estilo de vida, personalidad o opinión que es poco probable que cambien. No es una inversión sensata de tiempo dedicar demasiado tiempo a «arreglar» o cambiar estas partes de nuestros socios.
En cambio, tiene sentido elegir socios cuyos rasgos negativos no nos molesten mucho. Es posible que sigamos encontrando estos rasgos molestos, pero no nos hacen sentirnos agotados o nerviosos constantemente. También puede concentrar su energía en resolver sus problemas «solucionables». Con un diálogo positivo, puede resolver algunas de las cosas que le molestan y tener más energía para dejar ir el resto.
Que nunca deberías aceptar
Si bien la investigación sugiere algunos beneficios de pasar por alto las imperfecciones, es importante darse cuenta de las cosas que debemos ser importantes. no ignorar, aceptar o aceptar. El abuso, ya sea físico, sexual o emocional, nunca está bien. Alguien que te critica, menosprecia, humilla, controla tus relaciones o actividades o vigila tu paradero son signos de abuso. Esto no es un dolor para soportar, sino señales para buscar ayuda y salir. Si cree que está en una relación abusiva, este es su lugar para obtener ayuda.
diploma
Al pensar en lo que necesita y desea en sus relaciones, es tan importante considerar los factores que rompen el trato y las irritaciones menores con las que puede lidiar, como averiguar lo que puede obtener. hacer querer. Al trabajar para comprender el costo o el dolor que mejor podemos soportar (y que son realmente terribles para nosotros), podemos construir relaciones que nos sostengan, en lugar de agotarnos.