Reciprocidad terapéutica: la curación es asunto del terapeuta
Los campos de la terapia y el asesoramiento a menudo se centran únicamente en ayudar a los clientes a afrontar sus propios desafíos relacionales, somáticos (corporales), emocionales y psicológicos. Sin embargo, esto ignora que el proceso de curación no es una calle de sentido único en el nivel más básico. Como terapeuta, puedo dar fe de que los terapeutas también obtienen profundos beneficios curativos personales de su profesión. Para un terapeuta, no es sólo una carrera, sino en la mayoría de los casos un viaje terapéutico.
Empatía y empatía
Una de las habilidades más fundamentales que desarrolla un terapeuta (y los buenos terapeutas suelen dominar con el tiempo) es la empatía, la capacidad de comprender y compartir profundamente los sentimientos de otra persona. A medida que los terapeutas interactúan con clientes de diversos orígenes y experiencias, practican continuamente ponerse en el lugar del cliente. Esta habilidad se convierte en un activo personal a medida que el terapeuta también aprende a ver a las personas en su propia vida y en su vida personal con más empatía. Este intercambio de empatía puede fomentar el crecimiento personal, la autoconciencia y una perspectiva más amplia y holística de los desafíos de la vida. Para dar un ejemplo personal, ha habido muchas ocasiones en mi vida en las que, después de ayudar a un cliente, pareja o familia en una situación particular, me preparé más para lidiar con problemas similares yo mismo o para apoyar a un ser querido o amigo.
Mejorar la comunicación y las habilidades interpersonales.
Los terapeutas mejoran sus habilidades interpersonales y de comunicación al involucrarse con los clientes en discusiones y situaciones emocionales complejas. La competencia obtenida tras miles de horas de escucha activa, interpretación de señales no verbales y conversación eficaz se traslada de forma natural a las relaciones personales del terapeuta. Una mejor comunicación puede fomentar conexiones más profundas, reducir los malentendidos y aumentar la intimidad emocional con amigos, familiares, colegas y socios.
Autorreflexión y crecimiento personal
Los terapeutas alientan a sus clientes a participar en la autorreflexión como medio de crecimiento personal. Asimismo, los terapeutas utilizan la autorreflexión como parte importante de su desarrollo profesional. A través de capacitación continua, supervisión, autoanálisis, asesoramiento de pares y educación continua, los terapeutas (especialmente los buenos terapeutas) evalúan constantemente sus técnicas, habilidades y métodos. Este viaje de superación personal no sólo beneficia sus habilidades profesionales, sino también su desarrollo personal.
Verificación y cumplimiento
Ayudar a los clientes a lograr avances y presenciar su progreso proporciona al terapeuta una profunda sensación de satisfacción. Cuando llegué a este punto, me di cuenta de que si no necesitaba el dinero para pagar las cuentas, podía ver un mundo en el que elegiría trabajar gratis de forma regular, al menos unas horas. Esta recompensa emocional valida el propósito del terapeuta y mejora su propia sensación de bienestar. Nuestra influencia positiva sobre los demás puede aumentar nuestra autoestima, darle un significado profundo a nuestro trabajo y conducirnos a una mayor satisfacción con la vida.
Resiliencia y estrategias de afrontamiento
Los terapeutas suelen trabajar con clientes que enfrentan adversidad, trauma (mi especialidad) y estrés. Al ayudar a los clientes a desarrollar estrategias de afrontamiento, el terapeuta, sin darse cuenta, adquiere un conjunto de mecanismos de afrontamiento eficaces. Estas herramientas han demostrado ser invaluables para manejar sus propios desafíos, traumas y factores estresantes, ayudando así a mejorar su resiliencia emocional y su salud mental en general.
Personalmente, lucho contra la ansiedad. Recientemente, tuve una sesión poderosa con un cliente que luchaba contra la ansiedad por su salud. Usamos la técnica EMDR flash forward y se dio cuenta de que las lesiones, la parálisis e incluso la muerte no sólo eran manejables, sino que en general, en sus palabras, «no estaban mal». Luego nos dimos cuenta de que le preocupaban más las ansiedades imaginarias que las reales, por lo que se nos ocurrieron formas creativas de «matarlas», como hablar con amigos o familiares y tomar más medidas para trabajar en equipo para ayudarlo. disfrutar y saborear la vida. Trabajar con él se aplica directamente a mí en muchos sentidos. La terapia de este cliente también me ha ayudado mucho a sanar mi propia ansiedad cíclica. Personalmente estoy muy agradecido e inspirado por el trabajo que hago.
Eliminar el estigma de la salud mental
Como defensores de la concienciación sobre la salud mental, los terapeutas participan activamente en conversaciones desestigmatizadas sobre la salud mental. Al compartir sus identidades y experiencias profesionales, los terapeutas ayudan a reducir el estigma social y crear un entorno de apertura. Este entorno, a su vez, beneficia al terapeuta ya que se siente más aceptado y apoyado cuando habla de su propia salud mental y emocional.
Límites y autocuidado
Los terapeutas suelen enfatizar la importancia de trabajar con los clientes para establecer límites saludables y cuidarse a sí mismos. Estos principios se convierten en un mantra personal que guía a los terapeutas a establecer límites en sus propias vidas y priorizar su bienestar. Al reflexionar sobre mi trabajo, me doy cuenta de que mientras hablo con mis clientes, también hablo conmigo mismo; a menudo experimento desafíos similares. Los recordatorios constantes para mantener el equilibrio entre el trabajo y la vida personal alientan a los terapeutas a vivir una vida más sana y plena.
en conclusión
Hacer terapia para mí y ver a mis clientes sanar y crecer me ha ayudado a sanar la parte de mí que lucha con mis clientes. Esta reciprocidad terapéutica (el beneficio mutuo del crecimiento emocional y la superación personal) ejemplifica cuán profundamente aprecio la singularidad de la carrera que elegí. Además de su papel como terapeuta, los terapeutas adquieren empatía, habilidades de comunicación, crecimiento personal, reconocimiento, resiliencia y estrategias de afrontamiento, y contribuyen al cambio social a nivel micro y macro. A medida que los terapeutas brindan apoyo terapéutico a los clientes, simultáneamente encuentran consuelo terapéutico en su propio viaje, creando un ciclo armonioso de curación y crecimiento. Tengo mucha suerte de ser parte de esto.