Use la metacognición para cambiar su pensamiento estresante y funcione mejor
Hoy en día, muchos perciben el estrés principalmente como algo negativo. Pero un estudio reciente realizado por Aliya Kram y sus colegas muestra que nuestra percepción del estrés puede marcar una diferencia significativa. Además, muestra que entrenar nuestra metacognición, nuestro pensamiento sobre el pensamiento, puede ayudarnos a cambiar nuestro pensamiento estresante de negativo a positivo. En este artículo, primero veremos qué implica el pensamiento de estrés y por qué es importante. Luego describimos la investigación de Krum y profundizamos en tres experimentos recientes que examinan el poder de la metacognición en el manejo del estrés.
La importancia del pensamiento estresante
La investigación de David Yeager y sus colegas ya ha demostrado que nuestra percepción del estrés es muy importante (lea más). La forma en que vemos nuestra propia respuesta al estrés en circunstancias difíciles es fundamental.
- El pensamiento de estrés negativo interpreta su propio estrés como una señal de que fracasará. Este tipo de pensamiento aumenta su estrés, socava su motivación y productividad, y puede aumentar su tendencia a evitar tareas estresantes (como problemas de matemáticas) en el futuro. Además, puede generar más estrés cuando tiene que realizar tales tareas.
- El pensamiento de estrés positivo, por otro lado, ve su propio estrés como normal y como una herramienta que puede aumentar su productividad (por ejemplo, al aumentar su estado de alerta). Esta forma de pensar reduce la ansiedad y mejora su funcionamiento. Al entrenar nuestra metacognición, podemos cambiar nuestro pensamiento estresante de percepciones negativas a positivas.
Una nueva mirada al estrés
Con esta información en mente, revisamos el estudio de Alia Crum (Crum et al, 2023). La idea principal del estudio era simple. Si pudiéramos ayudar a las personas a comprender que tienen cierta mentalidad estresante y que esa mentalidad tiene un efecto significativo, ¿podrían cambiar su mentalidad estresante de negativa a positiva? ¿Y persistirá este cambio incluso si se encuentra con información contradictoria? Para responder a estas preguntas, los investigadores realizaron tres experimentos.
Experimento 1: El poder de la metacognición
En el primer experimento, los investigadores investigaron si un enfoque metacognitivo podría ayudar a cambiar las actitudes de las personas hacia el estrés. Los participantes recibieron información equilibrada sobre el estrés e información metacognitiva sobre el poder del pensamiento. Además, los investigadores enseñaron a los participantes métodos metacognitivos específicos para analizar y repensar sus procesos de pensamiento de estrés. Los resultados fueron alentadores. Las personas realmente se han beneficiado del enfoque metacognitivo y su actitud hacia el estrés ha cambiado de negativa a positiva.
Intermezzo: ¿Cómo estuvo el entrenamiento?
La capacitación consistió en tres módulos completados durante una capacitación en vivo de dos horas. Estos módulos han sido diseñados para proporcionar a los participantes información más equilibrada sobre el estrés, enfatizar la importancia de la mentalidad y brindarles un conjunto específico de habilidades para adoptar activa y conscientemente el pensamiento estresante positivo en su vida diaria.
- La paradoja del estrés. En este módulo, los participantes recibieron información sobre dos formas diferentes de ver el estrés: como algo que paraliza y como algo que mejora. Se pidió a los participantes que pensaran en momentos de sus vidas en los que el estrés era realmente bueno para ellos.
- El poder de pensar. En este módulo, los participantes aprendieron sobre la importancia de las actitudes y cómo pueden tener un impacto psicológico y fisiológico significativo. Se les dieron ejemplos de áreas donde la mentalidad es importante, como la medicina y el ejercicio. También aprendieron que el pensamiento estresante se puede cambiar y que estos cambios pueden tener un impacto significativo en el rendimiento y el bienestar.
- Tres pasos para mejorar el pensamiento de estrés. Finalmente, los investigadores enseñaron a los participantes una estrategia para adoptar activa y conscientemente un pensamiento estresante positivo. Esta estrategia constaba de tres pasos: (1) reconocer el estrés en lugar de negarlo, (2) aceptar el estrés en lugar de evitarlo y (3) usar el estrés en lugar de tratar de controlarlo o controlarlo. luchar.
Para aplicar la nueva mentalidad a su vida diaria, se les pidió a los participantes que usaran objetos o eventos cotidianos como señales para completar un proceso de tres pasos.
Esta capacitación tenía como objetivo mejorar las habilidades metacognitivas de los participantes para que pudieran explorar y modificar conscientemente sus propios procesos de pensamiento relacionados con el estrés. El objetivo era ayudarlos a adoptar una actitud más positiva hacia el estrés ya reconocer y utilizar los beneficios del estrés.
Experimento 2: Persistencia del Cambio de Mente
El segundo experimento se centró en la sostenibilidad del cambio de mentalidad. ¿Persistirán los cambios incluso si las personas se enfrentan a información contradictoria o se encuentran en una situación estresante? Los resultados fueron positivos. El enfoque metacognitivo ha llevado a cambios sostenidos en las actitudes hacia el estrés de negativas a positivas. Esto tuvo lugar incluso en presencia de información contradictoria y en situaciones estresantes.
Experimento 3: Comparación con la intervención tradicional
En el tercer experimento, se comparó el enfoque metacognitivo con una intervención tradicional destinada a cambiar el pensamiento estresante. Una vez más, el enfoque metacognitivo demostró ser fuerte. Esto resultó en cambios más significativos y duraderos en el pensamiento de estrés de negativo a positivo que con el enfoque tradicional.
Resumen de resultados
Por lo tanto, en los tres experimentos, el enfoque metacognitivo logró cambiar el pensamiento estresante de negativo a positivo. Esto ha ayudado a las personas a volverse conscientes metacognitivamente de su pensamiento, comprender el poder de ese pensamiento y aprender estrategias para lidiar con información contradictoria. Estos cambios se mantuvieron estables incluso frente a información contradictoria y situaciones estresantes.
Resumen y secuelas
Este estudio proporciona evidencia interesante del poder de la metacognición para cambiar nuestro pensamiento estresante de negativo a positivo. Al aplicar estrategias metacognitivas, podemos cambiar nuestra percepción del estrés y, por lo tanto, cómo lo enfrentamos.
Esto tiene implicaciones importantes para manejar el estrés en una variedad de entornos, como el lugar de trabajo. Esto demuestra que no siempre tenemos que evitar o manejar el estrés. En cambio, debemos aprender a lidiar con el estrés de una manera adaptativa. Esta investigación nos recuerda que tenemos herramientas poderosas en nuestras cabezas, una de las cuales es la metacognición, que podemos usar para nuestro bienestar.