¿Se está volviendo el mundo menos democrático?
Se ha hablado mucho en los últimos años sobre la creciente presión sobre la democracia en muchos países. En Estados Unidos, cuna de la democracia, la erosión de la democracia ha estado ocurriendo durante muchos años, un proceso que no ha hecho más que empeorar bajo la presidencia de Donald Trump. En muchos otros países también hay un aumento de políticos populistas con inclinaciones autocráticas.
¿Es cierto que las democracias están bajo presión? ¿Es realmente cierto que el mundo se está volviendo menos democrático? Un artículo de Bastian Herre (2022) proporciona las respuestas.
El qué y el por qué de la democracia
Antes de ver la respuesta a la pregunta, consideremos brevemente qué es la democracia y por qué la democracia es importante. En una democracia, los ciudadanos pueden expresar sus preferencias políticas y elegir a sus administradores. En una democracia estable existen reglas e instituciones que limitan el poder de los administradores.
En los últimos 200 años, el número de democracias en el mundo ha crecido constantemente. Esto es bueno, porque los ciudadanos de las democracias son generalmente más ricos, más saludables, más felices y mejor educados que los ciudadanos de las no democracias.
¿Se está volviendo el mundo menos democrático?
Bastian Herre (2022) responde a la pregunta sobre el declive de la democracia con un claro sí. Con base en su investigación, afirma lo siguiente sobre la tendencia en los últimos años:
- El número de democracias ha disminuido (ver gráfico)
- Menos personas viven en democracias (ver gráfico)
- Países y ciudadanos tienen menos derechos democráticos (ver gráfico)
- Cada vez más países se autocratizan (ver gráfico) y más gente vive en estos países (ver gráfico)
- La pérdida de democracia es significativa pero limitada y la magnitud depende del método de medición
Herre explica que el mundo ha tenido períodos anteriores de declive de la democracia (en las décadas de 1930 y 1960/70) y los ha superado.
Conclusión
Hay trabajo por hacer. No solo tenemos que trabajar duro para salvar la democracia, también tenemos que trabajar para elevar el nivel de la democracia (leer más).