Amor y odio en la pareja
Amor y odio en la pareja. ¿Puede un sentimiento tan profundo como el amor convertirse en odio? Sí, la respuesta es sí, porque el ser humano está notoriamente acostumbrado a la paradoja. Y así, cuando una relación termina, puede producirse la transición al desprecio total. No se llega a experimentar el sentimiento opuesto, porque en ese caso se hablaría de indiferencia. Sin embargo, hay otro caso para analizar: ¿puede un individuo odiar a la persona con la que todavía comparte una historia o relación? Sí, puede que tengas ambos sentimientos por tu pareja.
Como dijo Freud, la gente no sabe amar con pureza y por lo tanto termina mezclando amor y odio. ¡Son prácticamente dos caras de la misma moneda!
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Cuando hablamos de amor no sólo nos referimos a dos novios o cónyuges que han vivido juntos durante mucho tiempo y que, después de haber experimentado sentimientos puros, llegan a odiarse. También es posible que una madre acogedora y cuidadosa, en un momento determinado de su vida, pueda rechazar a su hijo. El amor y odio en la pareja son dos sentimientos que experimentamos regularmente y que pueden coexistir. Sucede porque cuando nuestra relación logra cumplir nuestras expectativas o peticiones, un sentimiento positivo prevalece en nosotros. Y cuando nos sentimos heridos, dejamos espacio para la incomodidad, para la negatividad. ¿Tienes alguna duda sobre esto? Es útil explicar que no se trata de un odio visceral que lleva a destruir a la pareja, sino más bien un sentimiento de tristeza que se une a la ira y a un sentimiento de rechazo hacia esa persona.
A veces sucede que idealizar a quien amamos y en el momento en que cogemos que no es exactamente como lo imaginamos entonces un mito se derrumba. Por eso una emoción positiva nunca excluye una negativa. Intenta pensar también en el amor que sientes por tu persona: ¿es siempre lineal? No, casi nunca lo es. Hay momentos en los que amas lo que eres y lo que haces, pero también hay días en los que vives cada elección como un error y terminas sin apreciarte a ti mismo.
Amor y odio en la pareja: Cómo lidiar con esta doble sensación
El llamado «amor verdadero» proporciona una serie de mecanismos: por ejemplo, cuando se llega al desprecio de la persona que se ama se tiene la posibilidad de reconstruir y reformular la percepción del afecto. En esta fase es esencial iniciar un proceso personal que lleve a un cambio consciente. La intolerancia, el egoísmo, la vacilación hacia tu pareja o vecino son parte integral de la humanidad. Es parte de nuestra naturaleza y no nos convierte en malas o buenas personas.
Conclusión
No hay que tener miedo de sentir emociones negativas, pero es útil aprender a vivir con ellas para entender cómo comportarse y manejarlas. No tiene por qué ser que tu amor se haya acabado, pero puede que quieras alguna prueba de la persona a la que estás cerca. Acepta tus momentos negativos y aprende a analizarlos y procesarlos para que no se vuelvan destructivos para tu relación.
