Bajo deseo sexual: ¿Por qué ocurre y cuál es su tratamiento?
El bajo deseo sexual puede llegar a convertirse en un verdadero problema para quién lo padece, y generalmente va acompañado de otras características físicas o psicológicas. En este tema, entra en juego una particularidad: que las sensaciones y los motivos no son los mismos en el hombre que en la mujer. ¿Quieres conocer más respecto a este tema? Continúa leyendo.
Clasificación del bajo deseo sexual
La sexualidad humana, es un elemento de alta complejidad que amerita ser estudiado con mucho detenimiento por expertos. Teniendo en cuenta que cada persona es totalmente distinta, es un deber de cada quién explorar su cuerpo para conocer realmente qué es lo que incentiva su deseo sexual, así como aquello que no.
Debes saber, que la falta de libido sexual es un tema estudiado por científicos, doctores, psicólogos y psiquiatras prácticamente desde que el sexo dejó de convertirse en un estigma y un tabú. Gracias a estos estudios, ha logrado definirse una clasificación del bajo deseo sexual en cuatro tipos bien caracterizados cada uno. A continuación, procedemos a mencionártelos:
1. Primario
Este tipo hace referencia a la incapacidad de raíz de una persona para sentir excitación o fantasías sexuales. Esta patología puede iniciar durante la adolescencia, lo cual es contraproducente ya que esta es la etapa en donde se sienten más impulsos sexuales. Además, también puede llegar a prolongarse hasta la edad adulta.
2. Secundario
A diferencia del primer caso, en esta ocasión se refiere a la incapacidad para sentir deseo sexual a posteriori a un hecho físico o psicológico establecido. Esto quiere decir que anterior a esto, la persona disfrutaba de una sexualidad plena y normal.
3. Generalizado
Este tipo de clasificación es más bien según a quien va dirigido, pues en este caso se trata de un padecimiento que surge en la persona y se caracteriza por no poder sentir deseo sexual hacia absolutamente nada, ni nadie.
4. Situacional
Por el contrario, en este caso se refiere a la incapacidad de sentir deseo por una persona o un grupo de personas específicos. Esto, puede ser motivado a diversas razones aisladas, por lo cual, en general la persona sí es capaz de sentir excitación y deseos sexuales.
Bajo deseo sexual en mujeres
En el caso del sexo femenino, la falta de deseo sexual se atribuye normalmente, a circunstancias pertinentes a la propia sexualidad femenina. Esto quiere decir que generalmente el deseo sexual disminuye en momentos como el embarazo, la menstruación o la menopausia.
De tal manera, que puede llegar a manifestarse el bajo deseo sexual en la incapacidad de realizar diversas actividades, tales como pueden ser:
- Tener relaciones sexuales.
- Masturbarse.
- Tener fantasías sexuales.
- Tener pensamientos que lleven a la excitación y al acto sexual.
Los motivos pueden resultar, a veces, mucho más complejos que un embarazo o la menopausia, debido a que son una combinación de elementos psicológicos, sociales y físicos. Por otro lado, la falta de deseo sexual en las mujeres puede deberse también a cambios en el estilo de vida, fatiga por las tareas en el hogar e inclusive, medicamentos como antidepresivos o somníferos.
Bajo deseo sexual en hombres
En el caso del sexo masculino, la disminución de la libido sexual también se ve motivada por algunos factores de orden social, psicológico y patológico. Ente los motivos más destacados, se encuentra también el hecho de estar padeciendo de alguna enfermedad grave, o el consumo de medicamentos para tratar problemáticas psicológicas.
No obstante, en el hombre también se da una particularidad asumida desde la propia perspectiva de su sexualidad. De hecho, a partir de cierta edad, la libido masculina empieza a disminuir, y, por ende, la concentración de testosterona en sangre, lo cual se traduce en menor excitación o la presencia del bajo deseo sexual.
Por lo general, estas circunstancias se ven reflejadas por las características que te mencionamos a continuación:
- Menor cantidad de pensamientos excitantes.
- Menor cantidad de fantasías sexuales.
- Disminución del sexo.
- Pérdida de interés por la estimulación visual.
En el caso del hombre, de hecho, a veces se hace uso de ciertos compuestos químicos para incentivar la excitación y el acto sexual. De esta forma, se busca ayudar al organismo a concentrar sangre y reaccionar de la manera adecuada, en donde el propio tratamiento para aumentar el deseo sexual implementa suplementos de testosterona.
¿Se puede tratar el bajo deseo sexual?
Para establecer un tratamiento que permita volver incrementar el deseo sexual en una persona, se necesita tener primero definidas las causas por las cuáles esta misma no logra sentir excitación. Posteriormente, puede fijarse tratamientos para solucionar este problema.
Cabe destacar, que por lo general el tratamiento involucra una mezcla de diversos elementos. A nivel patológico, se recetan químicos y medicamentos que ayuden a potenciar el deseo sexual.
Por su parte, a nivel psicosocial se necesita de terapia o de diversas acciones que ayuden a solventar el problema de raíz, tal es el caso de alguien que no pueda mantener relaciones porque ha estado pasado por mucho estrés en el trabajo, por ejemplo.
Y es que, cuando se trata de una problemática enraizada a nivel psicológico, es probable que se necesite de terapia para ayudar a aclarar los pensamientos e ideas. Generalmente, en las sesiones de terapia se suelen realizar las siguientes tareas:
- Incentivar el desarrollo de la capacidad fantasiosa.
- Se aborda el tema de la masturbación, y se incentiva a descubrir el propio placer.
- En el caso de una pareja, se propician ideas para lograr encuentros íntimos de formas más creativas.
- Se trabajan tanto los mitos y tabúes, como las creencias erradas sobre el tema.
¿Los afrodisíacos ayudan a combatir el bajo deseo sexual?
En el caso de los conocidos afrodisíacos, muchos expertos afirman que no existe ningún alimento que aumente como tal el deseo sexual (por lo menos no por sí mismos). De hecho, se dice que para que estos funcionen, es necesario también que la persona cuente con disposición, autoexcitación, y mucha voluntad.
Teniendo en cuenta lo anterior, puede decirse que el mejor afrodisíaco es mantenerse saludable. Para esto, puedes tener una dieta balanceada y ejercitarte de forma constante. También, es importante que procures descansar las horas requeridas según tu edad durante las noches. De esta manera, podrás conseguir mantener una sexualidad sana y natural, propiciando tu deseo sexual de la manera correcta.