¿Por qué las relaciones amorosas fracasan?
¿Te has preguntado alguna vez por qué las relaciones amorosas fracasan? Es probable que sí, pues todos hemos pasado alguna vez por una ruptura amorosa, por ende, conocemos el dolor que se siente cuando fracasa una relación. Sin embargo, no siempre somos conscientes de las razones por las cuales las cosas pueden salir mal, y quizás, conocerlas pueda ayudarnos a evitarlas. De esa manera, podremos apostar por una relación más feliz y perdurable.
1. Por la pérdida de la capacidad de asombro
Cuando comenzamos una nueva relación, todo pareciera ser visto desde una perspectiva nueva. Los primeros meses parecen de ensueño, ya que solo somos capaces de ver las cosas positivas del otro. Además, los detalles y atenciones nunca faltan, ante lo cual, pareciera que no existe otra persona en el mundo más allá del ser amado.
Sin embargo, cuando transcurre el tiempo, vamos viendo las cosas de una forma distinta (como realmente son), nos acostumbramos a la otra persona y las emociones empiezan a equilibrarse.
Debes saber, que se trata de una etapa totalmente normal. Sin embargo, el problema en cuestión llega cuando aunado a esta etapa, perdemos la capacidad de asombro, y ya ninguna de las atenciones del cónyuge nos parece relevante.
2. Debido a problemas en la comunicación
Aunque suene cliché, la comunicación es un factor muy importante en cualquier relación, especialmente en el caso de las relaciones amorosas. Si no sabes expresarle a tu pareja cómo te sientes con lo que va pasando en la relación, esta nunca lo sabrá ni lo entenderá. Ante esto, pueden ocurrir malos entendidos, especialmente si piensas que el otro debe asumir lo que te sucede.
Es importante hablar el mismo lenguaje que tu pareja
No se trata solo de lo que se dice, sino también de cómo se dice. No todos tienen la misma manera de comunicarse, por lo que es muy importante dentro de una relación conocer el lenguaje del otro y que este conozca el tuyo. De esa manera, se pueden llenar las expectativas de cada quién de la mejor forma posible.
Es posible que hayas notado que, aunque a tus anteriores parejas les gustaban las caricias, por ejemplo, a tu pareja actual le disgusten, y prefiera los detalles o acciones. Esto es motivado a que no todos hablan el mismo lenguaje. Debes conocer muy bien a tu pareja, aunque este es un proceso constante que solo se desarrollará a través del tiempo.
3. Por diversos tipos de discusiones
Para nadie es un secreto que las discusiones constantes pueden dañar tanto una relación, hasta llegar al límite de la ruptura. Esto no quiere decir que las discusiones sean totalmente negativas, de hecho, es lo más natural porque se trata de dos personas con gustos y opiniones distintas que no siempre van a estar de acuerdo.
No obstante, el meollo del asunto está en aprender a gestionar esas discusiones para relacionarse de forma empática y asertiva, consiguiendo soluciones. Un error muy frecuente en las parejas, es que las discusiones se ven incrementadas, y afectadas también, por una serie de frases destructivas que hieren y hacen mucho daño.
Tú nunca / Tú siempre
Es natural que durante una discusión se te vengan a la mente frases como ‘’tú nunca piensas en mí’’ o ‘’tú siempre haces lo mismo’’. Estas frases son profundamente destructivas y pueden acrecentar cualquier discusión. Lo más probable es que estas frases realmente no sean ciertas, y cuando las empleas estás generalizando la conducta del cónyuge.
Así no actuaba mi ex
Comparar tu relación actual con relaciones amorosas pasadas también es una forma de generar heridas dentro de una relación. Realmente, estas afirmaciones son totalmente innecesarias, pues en estos momentos tu relación actual no es con tu ex pareja.
Afirmaciones ofensivas
Mandar a callar a tu pareja, o decir de ella cualquier afirmación ofensiva o palabra soez que atente contra su dignidad e integridad, es una forma perfecta de arruinar cualquier relación amorosa.
Eres idéntico a tu padre/ madre
Una de las razones por las cuales fracasan las relaciones amorosas es la constante comparación con alguno de los progenitores. En primera instancia, esto ocasiona un golpe muy doloroso en la autoestima de la persona. También, es una forma de llevar por otro lado la discusión alejándose de la problemática principal.
4. Por el apego
El apego es una actitud dañina no solo para una relación, sino también para la autoestima y la personalidad del individuo, ya que generalmente el apego se traduce en una grave falta de amor propio. Cuando una relación se sostiene más por el apego que por el amor genuino, espontáneo y desinteresado, se pueden presentar algunas conductas como las siguientes:
- Necesidad de hablar con la otra persona constantemente.
- No querer que la pareja tenga amigos o salga con familiares.
- Un esfuerzo de sobremanera para que no se termine la relación.
- Cualquier mínimo detalle es capaz de ocasionar una profunda tristeza.
La dependencia es capaz de ocasionar terribles consecuencias cuando, desafortunadamente, la relación termina. En estas circunstancias, la necesidad de acompañamiento psicológico es evidente, para recuperar la autoestima y la autovaloración de la persona afectada por esta situación.
5. Cuando existe infidelidad
En esta consideración, hay que entender una infidelidad no solo como el hecho de que la otra persona tenga intimidad sexual o afectivamente con un tercero fuera de la relación. También, cualquier violación a un acuerdo, una promesa o un plan que se había establecido dentro de la relación puede ser visto como una infidelidad y ocasionar graves consecuencias.
¿Se pueden solucionar los problemas en las relaciones amorosas?
La insistencia en cualquiera de los factores mencionados anteriormente trae como consecuencia, a la larga, el fin de la relación amorosa. Si has logrado descubrir que dentro de tu relación está ocurriendo alguno o varios de estos elementos, la buena noticia es que puede solucionarse a tiempo y con verdadera disposición y voluntad.
Por último, siempre es recomendable acudir a terapia de pareja. De esta manera, tanto tú como tu pareja, podrán contar con el asesoramiento de un profesional debidamente capacitado para salvar la relación, o en caso irremediable, considerar una ruptura en los mejores términos para ambos.