Emociones

La pérdida de sueño conduce al cese de la asistencia humana a individuos, grupos y grandes sociedades.

La perdida de sueno conduce al cese de la asistencia

Ben Simon E, Wallat R, Rossi A, Walker MP (2022)

PLoS Biol 20(8): e3001733.

https://doi.org/10.1371/journal.pbio.3001733

Resumen

Las personas se ayudan entre sí. Este rasgo fundamental del homo sapiens ha sido una de las fuerzas más poderosas detrás del surgimiento de las civilizaciones modernas. Pero, ¿qué determina si las personas deciden ayudarse entre sí? En tres estudios recurrentes, demostramos aquí que la privación del sueño es un factor previamente no reconocido para determinar si las personas deciden ayudarse entre sí, observado en tres escalas diferentes (dentro de los individuos, entre individuos y entre sociedades). En primer lugar, a nivel individual, 1 noche de insomnio provoca la retirada de ayuda de una persona a otra. Además, los resultados de fMRI han demostrado que negar la ayuda humana está asociado con la desactivación de nodos clave en la red de cognición social del cerebro que promueve la prosocialidad. En segundo lugar, a nivel de grupo, la reducción ecológica del sueño de una noche a otra durante varias noches predice una reducción correspondiente al día siguiente en la capacidad de ayudar a los demás durante las interacciones diarias. Tercero, a nivel nacional a gran escala, demostramos que 1 hora de oportunidad de dormir perdida causada por el horario de verano reduce la ayuda altruista real a través del acto de donación según lo determinado por el análisis de más de 3 millones de personas. donaciones de caridad. Por lo tanto, la falta de sueño es una fuerza influyente significativa para determinar si las personas deciden ayudarse entre sí, observada en los niveles micro y macroscópicos de la interacción civilizada. Las implicaciones de este efecto pueden no ser triviales, dada la necesidad de asistencia humana para mantener una sociedad civil cooperativa, junto con informes de disminución del sueño adecuado en muchos países del primer mundo.

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Desde la sección de Discusión

Tomados en conjunto, los resultados de los tres estudios muestran que el sueño inadecuado (tanto en cantidad como en calidad) es una fuerza degradante en cuanto a si las personas quieren ayudarse mutuamente y deciden realmente ayudarse entre sí (a través de acciones altruistas en el mundo real). puede observarse en tres escalas sociales diferentes: dentro de los individuos, entre los individuos y a nivel nacional.

El estudio 1 no solo estableció un efecto causal de la privación del sueño sobre el deseo subyacente de ayudar a otra persona, sino que además caracterizó el mecanismo cerebral subyacente asociado con este fenotipo alterado de reducción de la ayuda. En particular, la pérdida de sueño redujo significativa y selectivamente la actividad de los nodos clave en la red de cognición social del cerebro (ver Fig. 1B) comúnmente asociada con la prosocialidad, incluida la percepción en perspectiva de los estados mentales de los demás, sus emociones y sus necesidades personales. Así, la disrupción de este sistema nervioso provocada por la falta de sueño representa una nueva forma de explicar el cese asociado del deseo de ayudar y la decisión de ofrecer dicha ayuda.

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