Pasar del Conflicto a la Cooperación en Niños, Niñas y Adolescentes
Todos hemos estado allí: tratando de hablar con nuestros hijos, solo para encontrarnos con un aluvión de «no» y «peros». Esto puede ser frustrante y, si no se controla, puede arruinar su día. Pero no tiene por qué ser así.
Hay muchas maneras de pasar del conflicto a la cooperación, empezando por comprender por qué su hijo responde. Una vez que comprenda la razón detrás de su comportamiento, puede comenzar a abordarlo de manera más productiva.
¡Siga leyendo para obtener más información sobre las razones detrás de responder y cómo pasar del conflicto a la cooperación!
¿Qué es la devolución de llamada?
Contestar es un término que se usa para describir el acto de responderle a un padre, maestro u otra figura de autoridad de una manera irrespetuosa. Este tipo de comportamiento puede ser verbal, como cuando un niño responde groseramente a la pregunta o solicitud de un adulto. También puede ser no verbal, como poner los ojos en blanco o hacer muecas.
Los niños a menudo contestan cuando se sienten incapaces de expresar con seguridad sus verdaderos sentimientos. Es su forma de lidiar con los sentimientos de estar fuera de control, indefenso y/o abrumado. Como resultado, replicar a menudo conduce a más conflictos y puede ser muy frustrante tanto para los niños como para los adultos.
Pero comprender los problemas de desarrollo que hay detrás de la respuesta puede ayudarte a encontrar maneras de lidiar con eso, lo que lleva a conversaciones más constructivas. Con un poco de paciencia, comprensión y respeto mutuo, la respuesta puede ser reemplazada por la cooperación y el fortalecimiento del vínculo entre padres e hijos.
¿Por qué responde el niño?
Los niños replican por una variedad de razones. Algunos de los más comunes son:
- Quieren sentirse poderosos. Cuando los niños se sienten impotentes o abrumados, contestarles puede hacer que sientan que tienen el control.
- Quieren atención. En algunos casos, replicar puede ser solo una forma de llamar la atención de un adulto.
- Quieren poner a prueba los límites. Los niños son curiosos por naturaleza y pueden probar los límites de una situación respondiendo.
- Intentan mantener la independencia. A medida que los niños crecen y aprenden a tomar sus propias decisiones, pueden comenzar a replicar como una forma de demostrar que se están volviendo más independientes.
- Se sienten irrespetados. Los niños a menudo responden al comportamiento irrespetuoso o desdeñoso de los adultos respondiendo.
Es importante tener en cuenta que replicar no siempre significa que el niño está tratando de faltarle el respeto a la otra persona. Cada situación debe abordarse caso por caso para comprender mejor la causa raíz.
cómo responder para responder
Es importante recordar que cuando se trata de responder a una conversación en contra, su reacción cuenta. Sus respuestas ayudarán a determinar si el comportamiento de su hijo continuará.
Aquí hay algunas estrategias para lidiar con la espalda de su hijo que pueden ayudar a hacer cambios de comportamiento saludables:
- mantenga la calma. Cuando su hijo contesta, lo peor que puede hacer es enojarse. Mantener la calma y tener una conversación con su hijo es más constructivo y conduce a mejores resultados.
- Muestra respeto. Una de las mejores maneras de mostrarle a su hijo que no obtendrá una reacción de su parte es ser respetuoso y usar un tono firme pero tranquilo. Esto envía un mensaje de que no tolerarás su comportamiento y que los tomarás en serio.
- Usa declaraciones con «yo». Use «yo» en lugar de «usted» cuando hable con su hijo. Esto es menos conflictivo y también muestra que estás dispuesto a escuchar su punto de vista.
- Enfócate en la solución. También puede dirigir la conversación hacia una solución preguntándole a su hijo cómo podría haber manejado la situación de manera diferente. Esto les permite pensar creativamente sobre nuevas formas de resolver problemas similares en el futuro.
Ayudar a los niños a comprender sus sentimientos y mejorar la regulación emocional
Ayudar a los niños a comprender y mejorar sus emociones puede ser una experiencia que les cambie la vida. Puede ayudarlos a superar momentos difíciles y desarrollar relaciones sólidas y habilidades de comunicación que permanecerán con ellos por el resto de sus vidas.
Para ayudar a los niños a aprender más sobre sus emociones y mejorar su capacidad para regular las emociones, es importante primero brindarles un entorno de apoyo y crianza. Esto incluye brindarles un espacio para expresar sus emociones libremente sin juzgar, brindarles un oído atento y brindarles apoyo positivo cuando puedan identificar y manejar sus emociones con éxito.
También es importante enseñar a los niños estrategias de afrontamiento que puedan usar para ayudarlos a procesar y regular sus emociones. Esto puede incluir actividades que fomenten la respiración profunda, ejercicios de atención plena, visualización y resolución de problemas. Además, es importante utilizar un lenguaje positivo al hablar de las emociones, ya que esto ayuda a desestigmatizarlas. Por ejemplo, en lugar de decir «No te enojes», puede ser más efectivo decir «Está bien estar enojado, pero expresa esos sentimientos de manera positiva con tus palabras».
Finalmente, también es importante proporcionar modelos positivos para los niños y discutir ejemplos de regulación emocional en la vida cotidiana. Esto se puede usar para mostrarles cómo manejar situaciones de la vida real y enfatizar que regular sus emociones es un aspecto importante de la interacción social.
Enseñar y utilizar la resolución de problemas.
La resolución de problemas es una herramienta poderosa para enseñar a los niños a lidiar con los conflictos. Esta es una forma de alentar el comportamiento cooperativo en lugar de recurrir a argumentos y réplicas. También es una forma eficaz de ayudar a los niños a pensar en los problemas y encontrar sus propias soluciones.
Cuando se enseña a resolver problemas, es importante modelar comportamientos y ayudar a los niños a practicar las habilidades de resolución de problemas. Algunas estrategias efectivas incluyen la lluvia de ideas, el juego de roles, la escucha activa y la negociación.
La lluvia de ideas es una técnica en la que un grupo de personas presenta ideas para resolver un problema. Por ejemplo, un grupo de niños puede hacer una lluvia de ideas para resolver sus diferencias. Esto les permite considerar todas las soluciones posibles y trabajar juntos para encontrar una manera de resolver la disputa.
El juego de roles también es una herramienta eficaz para la enseñanza de la resolución de problemas. En este enfoque, se coloca a los niños en una situación hipotética y se les anima a desempeñar uno de los papeles. Esto ayuda al niño a identificar todas las diferentes opciones para lidiar con el conflicto.
La resolución efectiva de problemas requiere una escucha activa. Cuando escuchan activamente, los niños se turnan para expresar sus pensamientos y sentimientos sobre el tema en cuestión, asegurándose de que el otro se sienta escuchado y valorado. Una vez que se escucha a ambas partes, pueden tener una conversación enfocada en llegar a una resolución.
Al final, la negociación es un paso importante en la resolución de problemas porque fomenta el compromiso.La negociación implica hacer propuestas y renegociar hasta que ambas partes puedan llegar a un consenso.
dar a los niños una opción
Parte del proceso de resolución de problemas es darle opciones a los niños. Esto les ayuda a aprender cómo tener confianza y cómo tomar decisiones por sí mismos. Dar opciones a los niños los alienta a participar activamente en la resolución de problemas y les enseña la importancia del compromiso.
Por ejemplo, cuando surge un conflicto entre dos niños, en lugar de decirles inmediatamente qué hacer, pregúnteles cuál creen que es la mejor solución. Dé a cada niño algunas opciones y permítales decidir individualmente cuál es mejor para ellos. Esto les ayuda a entender las consecuencias de sus decisiones.
Al enseñar a los niños a resolver problemas, es importante escuchar activamente y ofrecer apoyo y orientación en lugar de sugerir soluciones. Que saquen conclusiones. También ayuda a representar diferentes escenarios con ellos y simular comportamientos de resolución de problemas. Con paciencia y práctica, los niños aprenderán a resolver conflictos sin recurrir a replicar.
Cuándo usar las consecuencias naturales
Cuando sea apropiado, es sabio usar las consecuencias naturales para enseñar responsabilidad a los niños. Las consecuencias naturales son las recompensas y los castigos que surgen del comportamiento mismo. Son una forma de decirle a su hijo: «Si haces esto, sucederá esto». La ventaja de usar resultados naturales es que refuerza las decisiones y acciones del niño.
Por ejemplo, si su hijo se niega a vestirse para ir a la escuela a tiempo, en lugar de castigarlo quitándole los juguetes, utilice las consecuencias naturales de hacerlo llegar tarde a la escuela. Muéstrales que sus acciones tienen consecuencias. Si el niño no entrega la tarea a tiempo, naturalmente dará lugar a una baja en las calificaciones.
Cuando se usan correctamente, las consecuencias naturales son una excelente manera de alentar a los niños a practicar la resolución de problemas. En lugar de castigarlos simplemente por portarse mal, utilice las consecuencias naturales para permitirles ver la causa y el efecto de sus decisiones. Cuando a los niños se les permite experimentar las consecuencias de sus propias elecciones, aprenden a pensar antes de actuar y comprenden rápidamente que esto tiene un impacto en su comportamiento.
Lidiar con responder en público
Cuando esté en público, debe estar preparado para cualquier reacción violenta que pueda tener su hijo. Si bien no todas las llamadas deben resolverse en este punto, por supuesto, puede establecer límites. Hágale saber a su hijo que no se tolerará el comportamiento irrespetuoso. Dales el espacio para expresar sus emociones libremente.
Una forma de lidiar con responder en público es ignorarlo. Prestar atención a un niño a menudo es un enfoque incorrecto porque refuerza el comportamiento. En su lugar, concéntrese en otras áreas y distracciones. Si la respuesta de su hijo persiste, es hora de actuar.
Si es posible, tómese un momento para alejarse y conversar en privado con su hijo. Hable con calma y respeto, y recuérdele a su hijo un comportamiento aceptable. Hágales saber que si bien pueden sentirse de cierta manera, nunca deben desquitarse con otras personas.
Cuando responda en público, recuerde que no se refleja en sus habilidades de crianza. Mantenga la calma y sea coherente con el mensaje que le está comunicando a su hijo. Con respeto y persistencia, puede guiarlos para que practiquen un comportamiento más apropiado en público.
practique lo que predica
Una cosa es decirle a su hijo cómo comportarse, pero otra es hacer lo mismo usted mismo. Para demostrar cómo manejar adecuadamente los conflictos, practique lo que predica en tiempo real.
Sea un modelo a seguir para sus hijos, dé el ejemplo. Si desea que su hijo mantenga la calma frente a situaciones difíciles, asegúrese de mantener la calma. No se trata de callar, se trata de medirse y hablar con tranquilidad.
Si quiere que su hijo muestre amabilidad y comprensión, asegúrese de hacer lo mismo. Anímelos a disculparse o respirar hondo antes de hablar, y a hacer lo mismo ellos mismos.
Muéstrele a su hijo cómo mantener la calma. Hágales saber que está bien estar enojado o triste, pero que es mejor expresar esas emociones de manera constructiva. Señale estrategias positivas de afrontamiento a su hijo siempre que sea posible, como respirar profundamente, contar hasta diez y escribir sus emociones.
Predicar con el ejemplo es una forma eficaz de pasar del conflicto a la cooperación y asegurarse de que su hijo capte el mensaje.
Con un poco de paciencia y creatividad, puede convertir esos «no» en «sí» y cambiar su relación con su hijo de conflicto a cooperación.
La paciencia y la creatividad van de la mano cuando se trata de pasar del conflicto a la cooperación. Ambos son necesarios para convertir esos «no» en «sí». La meditación es una excelente manera de hacer una pausa y volver a concentrarse cuando su hijo enfrenta una situación difícil. Tómese su tiempo para asegurarse de que se escuche la voz de su hijo, pero también trate de asegurarse de que la situación permanezca relativamente organizada.
Los niños pueden decir «no» o reconocer que a veces llevarse bien no es fácil. Valide sus sentimientos y hágales saber que son escuchados y comprendidos. Una vez que su hijo sienta esta sensación de comprensión, pueden trabajar juntos para resolver el problema. Si lo hace, no solo los acercará más, sino que también le dará a su hijo una sensación de logro y un impulso en la confianza en sí mismo.
También es importante ser creativo al resolver conflictos. Cuando se trata de niños y de lidiar con diferentes tipos de conflictos, no existe una solución única para todos. Haga una lluvia de ideas con su hijo sobre cómo abordar las cosas de manera diferente la próxima vez y busquen soluciones juntos.
En la tercera lección Programa de crianza positiva holística Proporciona más información sobre regulación emocional y disciplina constructiva, así como estrategias y herramientas específicas para cada etapa del desarrollo.