Elecciones trágicas y la virtud de las brechas de responsabilidad tecnológica
Juan Danaher
filosofía y tecnología
35 (2):1-26 (2022)
resumen
Existe la preocupación de que el despliegue generalizado de máquinas autónomas abra una serie de «brechas de responsabilidad» en toda la sociedad. A lo largo de los años se han propuesto varias articulaciones de tales brechas de responsabilidad tecnológica, junto con varias soluciones posibles. La mayoría de estas soluciones se centran en «llenar» o «resolver» las lagunas. Este artículo ofrece una perspectiva alternativa. Se argumenta que las brechas de responsabilidad tecnológica a veces son bienvenidas y que uno de los beneficios de las máquinas autónomas es que nos permiten llenar ciertos tipos de brechas de responsabilidad. El argumento se basa en la idea de que la moralidad humana suele ser trágica. A menudo nos enfrentamos a situaciones en las que las consideraciones morales contrapuestas van en diferentes direcciones y es imposible equilibrar perfectamente estas consideraciones. Esto aumenta la carga de responsabilidad que viene con nuestras elecciones. Nos ocupamos de la tragedia de la elección moral de diferentes maneras. A veces nos engañamos pensando que las decisiones que tomamos no fueron trágicas; a veces delegamos en otros la trágica decisión; a veces tomamos la decisión nosotros mismos y asumimos las consecuencias psicológicas. Cada una de estas estrategias tiene sus ventajas y costos. Un beneficio potencial de las máquinas autónomas es que permiten una forma de delegación más rentable. Sin embargo, solo nos beneficiamos de estos costos reducidos si aceptamos que algunas brechas de responsabilidad técnica son virtuosas.
Conclusión
En resumen, en este artículo he defendido una perspectiva alternativa sobre las brechas de responsabilidad tecnológica. Aunque la opinión prevaleciente parece estar en contra de tales lagunas, y las propuestas de políticas tienden a encontrar formas de llenar o llenar tales lagunas, he argumentado que podría haber razones para darles la bienvenida. Las elecciones trágicas, conflictos morales que dejan residuos morales indelebles, son endémicas de la vida humana y no hay una forma fácil de enfrentarlas. Tendemos a cambiar entre diferentes reacciones: ilusionismo, delegación y responsabilidad. Cada una de estas respuestas tiene su propia combinación de beneficios y costos. Ninguno de ellos es perfecto. Sin embargo, un beneficio potencial de las máquinas autónomas avanzadas es que permiten una forma de delegación con menores costos morales y psicológicos. De esta manera pueden cambiar el equilibrio de las estrategias a favor de la delegación y lejos de la responsabilidad. Sin embargo, esto solo se aplica si aceptamos las brechas de responsabilidad tecnológica resultantes. Soy plenamente consciente de que esta posición va contra la corriente y está reñida con las nuevas leyes y políticas sobre los sistemas autonómicos. Lo ofrezco como un correctivo moderado al consenso actual. Las lagunas en la responsabilidad no siempre son algo malo. Delegar en máquinas, especialmente cuando se trata de decisiones trágicas y difíciles, a veces puede ser algo bueno.