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Cómo criar a un niño responsable y resiliente

Los beneficios de criar a un niño responsable van mucho más allá de tener ayuda con las tareas del hogar y soportar menos conflictos fronterizos. Cuando los niños se sienten inspirados a comportarse de manera responsable, desarrollan mejores habilidades para resolver problemas, un mayor control de los impulsos y una mayor confianza en sí mismos. En conjunto, estos rasgos les permiten adaptarse al cambio, superar el dolor y los contratiempos y mantenerse motivados para lograr sus objetivos. En pocas palabras, un niño responsable es un niño resistente.

Definir responsabilidad en los niños

La vida de los niños responsables no está dictada por reglas demasiado restrictivas o castigos severos, pero estos niños viven en un mundo donde la libertad es merecida. Saben que los privilegios se otorgan como recompensa por el buen comportamiento y saben que los derechos se pueden retirar si no se manejan adecuadamente.

Los niños responsables entienden que sus acciones tienen consecuencias, tanto buenas como malas, lo que les ayuda a asumir la responsabilidad cuando cometen un error. Esta comprensión de causa y efecto también le da al niño un sentido de logro y propiedad cada vez que adquiere un nuevo privilegio o alcanza un hito.

Si, por el contrario, los niños no asumen la responsabilidad, automáticamente reciben privilegios. Como resultado, no tienen forma de aprender cómo sus acciones afectan a quienes los rodean o cómo contribuyen a su propio éxito. Esto no solo crea una actitud de aspiración, sino que también les quita a los niños el sentimiento de logro, autonomía y poder personal. Por lo tanto, los niños irresponsables se sienten desamparados y abrumados cuando se enfrentan a la adversidad.

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4 formas de ayudar a su hijo a ser más responsable

Cuando un niño está acostumbrado a una libertad casi ilimitada, adaptarse a una vida responsable se siente desgarrador e injusto al principio. Es posible que no pueda cambiar eso, pero puede hacer que la transición sea menos estresante si se sienta con su hijo y tiene una conversación honesta sobre lo que desea cambiar. Pídale disculpas a su hijo por quitarle la oportunidad de sentirse competente y aprender lecciones valiosas del pasado, luego explíquele por qué y cómo está renunciando a su puesto actual. Deje en claro cuáles son las nuevas expectativas que tiene para su hijo y pídale que le haga preguntas.

Si su hijo coopera, puede ser mejor trabajar juntos en un plan de cambio paso a paso que cambiar su estilo de vida de una vez. Por ejemplo, si le ha hecho la tarea a su hijo, puede ofrecerle que se siente y le ayude durante algunas semanas. Luego, cuando se sienta seguro trabajando solo, hágale saber que todavía está disponible para recibir ayuda si la necesita, pero no estará monitoreando activamente su progreso.

A continuación se detallan algunas formas adicionales de fomentar la rendición de cuentas en los niños:

1. Utilice elogios específicos para ayudar a los niños a identificar un comportamiento responsable.

Si su hijo se está comportando de manera responsable, hágale saber que aprecia su trabajo. El uso de elogios de esta manera identificará la causa y el efecto y motivará a su hijo a repetir acciones positivas. Asegúrese de mencionar exactamente lo que hizo bien su hijo y por qué es útil; B: “Gracias por lavar los platos esta noche. Me ahorró mucho tiempo y realmente lo aprecio ”. De esta manera, su hijo podrá combinar un comportamiento responsable con resultados positivos.

Recuerde que el comportamiento responsable va más allá de los quehaceres domésticos y los deberes. Los niños también deben ser elogiados por prevenir (o resolver de manera constructiva) los conflictos, mostrar respeto o consideración por los demás, cuidar la propiedad y mostrar honestidad.

2. Para que los elogios sean particularmente efectivos, use el estilo de aprendizaje de su hijo.

Si su hijo es un aprendiz verbal, el elogio verbal descriptivo en sí mismo será muy influyente. Sin embargo, si es un aprendiz visual, es posible que desee combinar el elogio verbal con un sistema de recompensa visual. Para los niños más pequeños, a menudo es eficaz poner pegatinas en un calendario de tareas para señalar un buen trabajo. Para los niños mayores, escribir notas de agradecimiento puede aumentar los elogios.

3. Deje que su hijo cometa errores apropiados para su edad.

Al permitir que su hijo cometa errores de bajo riesgo, le permite aprender sobre las consecuencias de una manera sana y natural. Los niños tienden a aceptar las consecuencias más fácilmente cuando son el resultado de sus propias acciones (en lugar de ser forzados por un padre).

Para ayudar a su hijo a comprender la causa y el efecto, rehúse «salvarlo» si descuida sus responsabilidades. Por ejemplo, si su hijo no está haciendo su tarea, dé un paso atrás y permítale sacar una mala calificación. Si sigue dejando libros escolares en casa, no se los entregue en la escuela.

Negarse a mantener a su hijo alejado de la pereza, la postergación o la desorganización no significa que no pueda ser un padre solidario, solo significa apoyar a su hijo de una manera que lo anime a ser proactivo. En lugar de salvarlo, ofrézcase a encontrar soluciones a sus malos hábitos y luego trabajen juntos en un plan de cambio. El fomento de la responsabilidad se trata de trabajar con su hijo en lugar de trabajar para él.

4. Discuta las consecuencias de antemano.

Los niños no pueden tener éxito si no saben exactamente qué se les permite hacer y qué sucede cuando rompen las reglas. Tener consecuencias claras de antemano evita que los niños confundan infracciones menores con pasos en falso importantes, y hace que la disciplina parezca más equitativa y predecible. A medida que su hijo crezca, revise con regularidad a qué privilegios tiene derecho, qué debe hacer para conservarlos y las consecuencias de un comportamiento irresponsable. Mantenga una lista de estas reglas en un lugar conveniente.

Escribir una lista de consecuencias por un comportamiento inaceptable también les da a los padres un marco al que aferrarse en situaciones tensas. Esto puede ayudar a evitar el error común de los padres de cambiar o aumentar las consecuencias en respuesta a la frustración, haciéndote lucir más consistente y confiable. Demostrar autocontrol es una parte importante del comportamiento responsable, por lo que es importante inculcar esta habilidad en sus hijos.

Como padre, es importante recordar que los niños no necesitan a nadie que haga las tareas que pueden hacer fácilmente por sí mismos. Para convertirse en adultos resilientes, necesitan apoyo, comunicación clara, estímulo y herramientas para resolver problemas, no folletos.

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