Androfobia: Tenerle miedo a los hombres
Androfobia. ¿Puede el miedo de los hombres convertirse en una verdadera fobia? Sí, y se conoce como androfobia. Es una condición intensa e irracional que te hace sentir pánico cuando estás en presencia de uno o más hombres. Y ciertamente no es el mejor sentimiento si eres una mujer que sueña con tener una familia feliz. Específicamente este tipo de miedo es etiquetado como fobia sexual.
Cómo se manifiesta la androfobia
Las personas afectadas viven en una condición de constante ansiedad y nerviosismo cuando están en contacto cercano con los hombres, aunque sólo tengan que interactuar verbalmente con ellos. En este sentido, como forma de protección, tratamos de evitarlas y mantenernos alejados de situaciones que puedan causar molestias. ¿Pero estas emociones negativas también se sienten hacia los familiares? Sí: incluso el contacto con hermanos, padres o tíos puede ser problemático. Es en todos los sentidos una especie de obstáculo para su vida privada, pero también para su vida laboral.
Como sucede con cualquier otra fobia, existen ciertamente algunas motivaciones que conducen a su desarrollo, pero no son tan fáciles de reconocer y no se refieren necesariamente a ninguna violencia sufrida por el sujeto que la padece (aunque ni siquiera sea para excluirla completamente). Además, no sólo afecta a las mujeres, sino que la androfobia también puede afectar a los niños. Es obvio que el problema surge como resultado de una situación traumática que, sin embargo, puede afectar a cualquiera. Puede estar relacionado con el abuso psicológico, o una mala relación con el padre, pero también por razones culturales. Este es el caso de las mujeres que crecen en ciertos países y se ven obligadas a vivir bajo órdenes y mandatos directos.
Siempre queda un poco de racionalidad, porque quienes sufren de androfobia saben que no todo el género masculino es una amenaza real. Sin embargo, hay un fuerte pánico irracional, independientemente de dónde estés. Es ciertamente un miedo ilógico, pero que lleva al sujeto a ser incapaz de expresar sus emociones. Sin embargo, la razón principal no puede buscarse en el miedo al rechazo social. Por lo general se limita a evitar ciertas situaciones y, por lo tanto, el encuentro con los hombres que causaría ansiedad. Pero también es cierto que no siempre es posible hacerlo cuando estás en el trabajo, por ejemplo. Y aquí viene el punto de inflexión: los que sufren de androfobia son muy conscientes de ello y buscan una solución.
Androfobia y misantropía: no las confundamos.
Es importante hacer una aclaración adicional: aparte de la misandria que ya no es un miedo sino una forma real de odio al género masculino. Suele nacer como una fuerte respuesta a la misoginia, es decir, al odio que sienten por las mujeres. Y es una especie de lucha contra el machismo y el patriarcado típico de muchas sociedades.
Después de reconocer entonces que se trata de un miedo real, se puede tratar la fobia con técnicas psicológicas de comportamiento cognitivo.