Este rasgo de personalidad está relacionado con un coeficiente intelectual superior
Una inteligencia superior impulsa el «hambre cognitiva».
La apertura a la experiencia es el rasgo de personalidad más estrechamente asociado con una inteligencia superior, según la investigación.
Las personas que están abiertas a la experiencia tienden a ser intelectualmente curiosas, imaginativas, buscan variedad y sensibles a sus sentimientos.
Las personas que están abiertas a la experiencia están naturalmente felices de probar nuevas actividades e ideas.
Además de la conciencia, el neuroticismo, la tolerancia y la extraversión, la apertura a la experiencia es uno de los cinco aspectos principales de la personalidad.
El autor del estudio, Dr. Scott Barry Kaufman explica:
«La apertura a la experiencia es el dominio de personalidad más amplio de los Cinco Grandes, que incluye una mezcla de rasgos relacionados con la curiosidad intelectual, los intereses intelectuales, la inteligencia percibida, la imaginación, la creatividad, los intereses artísticos y estéticos, la diversidad emocional e imaginativa y la no convencionalidad».
Las conclusiones provienen de una encuesta a 146 personas a las que se les hicieron preguntas sobre su personalidad e inteligencia.
Los resultados mostraron la correlación más fuerte entre la apertura a la experiencia y un mayor coeficiente intelectual.
La apertura a la experiencia es tan poderosa que está vinculada a la inteligencia casi 40 años después.
En particular, dos aspectos de la apertura a la experiencia estaban más estrechamente relacionados con la inteligencia.
Primero, compromiso intelectual, que incluye:
- encontrar agradable el pensamiento abstracto,
- Disfruta encontrando nuevas soluciones a los problemas,
- y me gusta leer.
En segundo lugar, el compromiso estético, que puede incluir actividades como:
- ir al cine,
- Dibujar o pintar,
- Bailar,
- y tocar un instrumento musical.
Las personas más inteligentes valoran especialmente la belleza: tienen un agudo sentido de la estética.
Curioso
Además de estos factores, la curiosidad insaciable también está fuertemente ligada a una inteligencia superior.
El vínculo probablemente se deba a un mayor nivel de inteligencia, que impulsa el «hambre cognitiva».
El hambre cognitiva hace que las personas busquen nuevas experiencias para satisfacer ese hambre.
El estudio fue publicado en El diario del comportamiento creativo (Kaufmann, 2013).