El cortisol es bueno para tu estado de ánimo
Fuente: Miguel Á. Padrinam/Pexels
La mayoría de las personas equiparan la hormona cortisol con una experiencia estresante. El cortisol se libera en respuesta al estrés, pero ¿y si te dijera que puede ayudarte a sentirte mejor después del estrés? Tomar una dosis de cortisol en realidad puede reducir los efectos negativos del estrés. Estos hallazgos son contrarios a nuestras expectativas, pero brindan información importante sobre cómo interactúan el estrés y el cortisol.
Permítanme retroceder un minuto y explicar el curso temporal de estos dos sistemas de respuesta al estrés. Bajo estrés, el primer sistema en responder es el sistema nervioso simpático. Esto lleva a la clásica respuesta de «lucha o huida». La adrenalina se libera de las glándulas suprarrenales. Tu corazón comienza a latir salvajemente. Tu respiración se vuelve más rápida, todo para darte la energía que necesitas para enfrentar el estrés rápidamente.
El siguiente sistema de respuesta es el eje hipotálamo-pituitario-suprarrenal (afortunadamente abreviado como «eje HPA»). Este es el sistema que finalmente conduce a la liberación de cortisol. Es importante destacar que este sistema es mucho más lento que el sistema nervioso simpático. El sistema nervioso simpático responde en milisegundos, mientras que el eje HPA tarda minutos en responder. Pueden pasar unos 10 minutos desde el inicio del estrés hasta que la respuesta del cortisol alcanza su punto máximo. En situaciones de estrés rápido, es posible que ni siquiera se libere cortisol hasta que la situación haya terminado.
Si el cortisol ni siquiera alcanza su punto máximo antes de que termine el estrés, ¿qué está haciendo? Una de sus funciones principales es ayudar a la recuperación del estrés. En nuestra historia evolutiva, el estrés puede causar daño. El cortisol elevado ayuda a recuperarse de estas lesiones. Es más probable que el estrés moderno involucre un ego herido que un hematoma real. Un interesante estudio muestra que el cortisol puede ayudar a magullar la autoestima.
En un estudio que examinó las respuestas al estrés en el laboratorio, las personas con una respuesta de cortisol más alta al estrés informaron menos emociones negativas que aquellas con una respuesta de cortisol más débil. En otro estudio, las personas que recibieron una dosis de cortisol antes de experimentar estrés también informaron menos emociones negativas que las que recibieron un placebo. Estos resultados sugieren que el cortisol tiene un efecto amortiguador del estado de ánimo. Ayuda a controlar nuestras emociones negativas en respuesta al estrés.
¿por qué? Además de prepararnos para enfrentar situaciones estresantes, nuestra fisiología del estrés (especialmente el cortisol) también nos ayuda a recuperarnos de los efectos del estrés. En el cuerpo, también, el cortisol ayuda a reducir la inflamación. En el cerebro, también, el cortisol se une a receptores específicos asociados con el estado de ánimo, lo que nos ayuda a regresar a nuestro estado emocional previo al estrés.
El trabajo clínico ha utilizado estos hallazgos para examinar el impacto del cortisol en los síntomas de trastornos como las fobias y el trastorno de estrés postraumático. Un estudio notable en personas con fobia social examinó el efecto de una sola dosis de cortisona, una versión sintética de cortisol, en las respuestas de miedo a los factores estresantes sociales. Los resultados mostraron que la cortisona redujo los informes de miedo y redujo las respuestas de la frecuencia cardíaca durante el estrés social en comparación con el placebo.
Estos sorprendentes efectos del cortisol en el estado de ánimo proporcionan un gran ejemplo de «inteligencia corporal». Las hormonas liberadas en respuesta al estrés finalmente reparan el daño físico y mental causado por el estrés. Pero este acto de equilibrio manejado por nuestro sistema de estrés es precario. El estrés crónico puede abrumar el sistema, lo que lleva a una mala salud física y mental. Como siempre, la clave es el equilibrio.